ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

NARCOECONOMIA

126576926 de Agosto de 2014

614 Palabras (3 Páginas)290 Visitas

Página 1 de 3

NARCOECONOMIA

ELIO EDGARDO MILLÁN VALDEZ.

INTRODUCCIÓN.

Hace por lo menos tres décadas, el estado de Sinaloa fue considerado el granero de México[i]. Sus abundantes ríos y sus fértiles valles, junto con una potente obra de infraestructura hidráulica que inició en los años 50’s, hicieron que un milagro agrícola se encarnara en esta tierra. La agricultura fue nuestra dignidad, y fue también motivo de imitación en otras latitudes del país. Los sinaloenses de esos años, orgullosos de la tierra que les vio nacer, complementaron ese prodigio natural que les tocó por terruño, con una vocación para el trabajo que fue digna de encomio: al son de la tambora supieron sembrar los surcos que luego se transformaron en espléndidas cosechas. Esas cosechas, una vez que colmaron la demanda estatal, fueron exportadas tanto a nuestro mercado nacional como al mercado internacional.

La economía sinaloense en los años 70s tenía en el país un peso relativo de 2.4 %, situación que habla de lo que fue su fortaleza agrícola, pues carecía de industria como en el Distrito Federal o Nuevo León, por ejemplo, pero además en esos tiempos el turismo y la pesca, apenas iniciaban su relativo “despegue” y que, según las proyecciones oficiales, prometían adquirir con el tiempo la relevancia que tenía la producción agrícola. Desde esos años a la fecha, la gravedad de nuestra economía empezó progresivamente a descender, hasta alcanzar en la actualidad menos del dos por ciento en el concierto de la economía nacional.

Hubo por supuesto antes, en y después del boom agrícola, voces que propusieron ponerle un “segundo techo” a Sinaloa; se referían, por supuesto, a la necesidad de industrializarla; inclusive los últimos cinco gobiernos estatales, prometieron hacer realidad este “segundo techo”. Esta promesa nunca se concretó, aun y a pesar de que estuvo signada por largos treinta años en los documentos oficiales de los 5 gobernadores anteriores al actual.

Seguramente este incumplimiento obedece no sólo a la propensión bucólica de los gobernadores y a su ruda creencia de que nuestro “verde” no adquiriría con el tiempo una tonalidad grisácea, sino al destino que le otorgó el presidencialismo a Sinaloa en la división nacional de la producción, toda vez en la época negra del “padre padrone”, ninguna hoja del árbol nacional podía moverse sin la voluntad central y centralista del “Señor Presidente”. Es pertinente agregar que también se ha prometido la industrialización en Sinaloa, una vez que el presidencialismo priísta hubo mordido el polvo, tras el golpe que le propinaron las urnas en el año 2000. En efecto, la actual administración de Juan S. Millán, también hizo esta promesa en el Plan Estatal de Desarrollo (PED)[ii], no obstante la industria sinaloense aún brilla por su ausencia.

Como quiera interpretarse finalmente este asunto: sea por haber querido, haber desoído o simplemente no haber hecho lo suficiente para industrializar a Sinaloa, y por no hacer lo conducente actualmente para dotarla de una estructura de servicios competitivos, nuestra vida económica pende de “honrosas” medianías productivas, con el agravante que ahora esta economía ha empezado a “flotar”, casi sin protecciones, en una era de interconexión global, en la cual los mercados carecen de regulaciones sociales y gubernamentales[iii]. Guillermo Ibarra Escobar, corrobora nuestra afirmación, al señalar que la economía estatal se haya “flotando” como en una especie de limbo. Dejemos que lo diga Ibarra Escobar con sus propias palabras: “Sinaloa es una entidad que no se hunde pero tampoco crece, ya que curiosamente la participación de Sinaloa en el comercio exterior del país es la mitad de su participación en el PIB, o sea, alrededor del uno por ciento” (Noroeste, 5/ 05/ 2002).

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (4 Kb)
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com