Nada Por Aqui Nada Por Alla
yes2017 de Marzo de 2014
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¡Nada por aquí, nada por allá!
El liceo del ejercito pichincha presenta un sistema de gobierno escolar democrático, en el que cada uno de nosotros como estudiantes, tenemos ciertos derechos y deberes establecidos en el manual de convivencia, que por ley, estamos obligados a cumplir.
En él, se encuentra consignado uno de nuestros deberes, y asimismo uno de nuestros derechos, como es el voto, la oportunidad de elegir a la persona que trabajara por el bienestar y el progreso de la entidad educativa, y que representara a la institución, no solo a nivel regional, sino también a un nivel nacional, eso indica el gran compromiso y responsabilidad que tenemos nosotros como comunidad para lograr una buena y justa elección, y tanto como ellos, con el compromiso de cumplir cada una de sus propuestas para lograr una mejora en todos aspectos, o al menos en los que ellos se comprometan durante su campaña electoral , y que además de eso, logren una grata y satisfecha representación, dejando en alto el nombre de nuestra institución.
Es precisamente ese, mi tema a tratar, tomando como ejemplo reciente las elecciones realizadas en el año presente, 2013, en el que los elegidos fueron María Paula Villareal (Presidenta) y Juan Camilo Mosquera (Personero) con una mínima diferencia con quienes considero yo, fueron unos respetables candidatos debido a sus buenas campañas y a su oratoria, Juan Camilo Botero y Valeria Beltrán; donde se puede evidenciar que el personal electo no ha cumplido con las expectativas de la comunidad estudiantil, especialmente de aquellos que le confiaron su voto.
El tiempo pasa volando, y es quizá debido a eso que las personas no han caído en cuenta en lo poco que han cumplido para el tiempo que se ha pasado en la institución desde su elección, pues han transcurrido ya seis meses aproximadamente, y una de las pocas cosas que he notado ha sido el implemento de las mallas para las canchas de futbol y baloncesto, a las cuales se les atribuye un gran valor pero no el suficiente como para haber avanzado notoria y satisfactoriamente, incluso, puedo llegar a pensar que es tan solo dando un bocado, para calmar el hambre de los estudiantes, en busca de una respuesta por el incumplimiento.
Otra de sus propuestas, de la que no he visto cumplimiento alguno, es la implementación de actividades lúdicas en la semana que está destinada para recuperaciones, pues recuerdo muy bien que en uno de sus debates argumentaron su propuesta en respuesta a un estudiante que reclamaba este tiempo, como oportunidad para subir su nota, y por tanto, su promedio. A lo que el personero respondió: “(…) No se necesita la semana de recuperaciones, porque aquí no estamos para formar gente mediocre (…)”. Suena algo muy autoritario ¿no lo creen? , sin embargo, se pone en tela de juicio el cumplimiento por el respeto de mencionada autoridad. Ahora sí señor personero ¿Algo que decir al respecto?
Toda figura pública debe tener en cuenta el cumplimiento de ciertos requisitos, en este caso, uno de ellos e inequívocamente de gran importancia es el ser una persona íntegra, con perfil liceísta, siendo modelo a seguir para muchos, no solo por su capacidad de liderazgo sino demostrando que pueden llegar a ser personas capaces de cumplir varias funciones, dando resultados eficientes en cada una de ellas. Basándonos en solo una, la académica, en la que según tengo entendido es únicamente la presidenta la que obtiene unas notas superiores, entonces ¿Qué pasa con el personero? Nosotros escogimos a una pareja para que estén a cargo, representándonos como comunidad educativa, no escogimos a una sola persona, razón por la cual, las dos deben cumplir con los requisitos, y deben cumplir las funciones que se les demanden, pero LOS DOS.
En una sociedad democrática, las dos partes juegan un papel importante, los elegidos deben responder correctamente con lo
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