Pantaleón y las visitadoras por Mario Vargas Llosa. Ensayo

Ensayo Sobre "Pantaleón Y Las Visitadoras" Por Mario Vargas Llosa

Lindsey Russell, Yahoo! Contributor Network

Nov 6, 2006 "Share your voice on Yahoo! websites. Start Here."

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En la novela Pantaleón y las Visitadoras, hay muchas diferencias entre la realidad y la aparec�a del Servicio de las Visitadoras y Pantaleón dentro la sociedad peruana. "Pantilandia" sirve en el mismo tiempo como un ideal, un cielo en tierra, y lo peor de la sociedad de Perú. Mucha de la interpretación de los personajes en el libro depende en la punta de vista del lector como un resultado de las diferencias entre las realidades y las apariencias. La vida de la capitán Pantaleón Pantoja, la existencia del Servicio de Visitadoras y las reacciones al Servicio de las Visitadoras todos son ejemplos de discrepancias grandes entre las realidades y las apariencias.

El puesto de la capitán Pantoja en las fuerzas armadas peruana causa muchos conflictos entre la percepción de su trabajo en la sociedad y la verdadero vida vive. Hay mucha oposición contra la existencia del Servicio de Visitadoras (y como un resultado, contra Pantaleón), especialmente después del muerte de la Brasileña y el programa de radio de El Sinchi con el comentario de la ex-visitadora Maclovia.

Aun su familia no suporta completamente su trabajo como coordinador del servicio. Durante el programa de El Sinchi, la Señora Pantoja habla de su intención a obtener un divorcio en Lima. En adición, la madre de Pantaleón le dice a Pantaleón "Si tu padre y tu abuelo estuvieron vivos, se morir�an de espanto... Deben saltar en sus tumbas al ver lo que te han encargado. En su época a los oficiales no los rebajan a esas cosas." (181)

La existencia del Servicio de las Visitadoras el mismo es una contradicción entre la vida peruana real y las apariencias. Pues mucha gente condena el Servicio, ofrece a las visitadoras una vida más estable. Maclovia explica en la entrevista la razón para vivir la vida de una visitadora con las fuerzas armadas de Perú: "Un trabajo seguro, sin tener que buscar clientes porque hab�a para regalar, y encima tratadas con toda consideración. Nos parec�a un sueno..." (164) El Servicio salva a las visitadoras de hambre, pero todav�a son prostitutas.

Probablemente la evidencia más concreta de la contradicción entre las realidades y las apariencias son las varias reacciones de la gente de Perú al Servicio de Visitadoras. Hay mucho criticismo contra la existencia del Servicio. El Sinchi es muy cr�tico del Servicio:

Hoy, con la misma firmeza y a costa de los riesgos que haya que correr, el Sinchi pregunta: �hasta cuándo vamos a seguir tolerando en nuestra querida ciudad, distinguidos radioescuchas, el bochornoso espectáculo que es la existencia del mal llamada Servicio de Visitadoras, conocido más plebeyamente con el mote de Pantilandia en irrisorio homenaje a su progenitor? El Sinchi pregunta: �hasta cuándo, padres y madres de familia de la civilizada Loreto, vamos a seguir sufriendo angustias para impedir que nuestros hijos corran, inocentes, inexpertos, ignorantes del peligro, a contemplar como si fuera una kermesse o un circo, el tráfico de hetairas, de mujerzuelas desvergonzadas, de PROSTITUTAS para no hablar con eufemismos, que impúdicamente llegan y parten de ese antro erigido en las puertas de nuestra ciudad por ese individuo sin ley y sin principios que responde al nombre y apellido de Pantaleón Pantoja? (240)

Por supuesto, las visitadoras y las fuerzas armadas tienen ideas diferentes sobre la validez del Servicio. Las visitadoras ven el Servicio como un sendero a seguridad. Por el otro, las fuerzas armadas, es una diversión.

Las diferencias

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