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Un día habrá una isla


Enviado por   •  8 de Noviembre de 2021  •  Apuntes  •  1.396 Palabras (6 Páginas)  •  492 Visitas

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“Comentario “Un día habrá una isla”

El autor de este poema es Pedro García Cabrera, autor perteneciente a la Generación del 27. Este movimiento surge por el aniversario de la muerte de Góngora, y busca la sencillez formal, lirismo interior y cercanía al lenguaje popular. A lo largo de su vida, fue testigo de muchas tendencias, por determinadas circunstancias históricas.

Pedro García Cabrera nace en Vallehermoso, municipio de la Gomera, en el año 1905. Más tarde, en 1915, se asienta en Tenerife, lugar en el que pasa la mayor parte de su vida. En La Laguna comienza sus estudios de Bachiller; posteriormente, termina la carrera de Magisterio y estudia Ciencias Químicas.

Entre los años 1926 y 1928 tiene la oportunidad de colaborar con la revista “Hespérides” y en 1932 en la fundación de la “Gaceta del Arte”. En esta época trabaja con autores como Westerdahl, Pérez Minik, López Torres y Pedro Lezcano de los que recibió influencia, además de Gustavo Adolfo Bécquer y Rubén Darío, autores a quienes admiraba desde pequeño. En este período tuvo la oportunidad de desarrollar su primera obra literaria Líquenes (1928), escrita en un estilo neopopulista, vertiente característica de la Generación del 27.

En 1930 asume compromisos políticos dentro del Partido Socialista Obrero Español  que le llevarán a ser apresado y llevado a África cuando estalla la Guerra Civil, hechos que condicionaron su vida y sus actividades intelectuales. Durante este período, García Cabrera adopta una etapa vanguardista en la que destacan rasgos de carácter surrealista presentes en las obras La rodilla en el agua y Transparencias fugadas, con una renovación de las metáforas e innovaciones de la métrica, además del uso de un lenguaje sencillo. No obstante, la obra que más destaca de esta etapa es Entre la guerra y tú, la cual está influenciada por el amor a quien sería su futura esposa, Matilde Torres. Posteriormente, sigue una corriente literaria de tono  trágico y temática existencial. Publica obras como Día de alondras y La esperanza me mantiene. Más adelante, entre los años 50 y 60 finaliza con una etapa de poesía social. De esta etapa destaca, Entre cuatro paredes, Vuelta a la isla y Hora punta del hombre. Por último escribe A la mar fui a por naranjas, anterior a su muerte.

El poema que tratamos, “Un día habrá una isla”, se encuentra incluido dentro de su obra Las islas en que vivo y corresponde a la etapa en la que opta por los temas del ámbito social realizando denuncias sobre las desigualdades y las injusticias que sucedían durante la época del régimen franquista y también conlleva una vocación a superar la insularidad que aísla. Finalmente, añadir que muchas de sus obras fueron publicadas tardíamente debido a la fuerte represión y censura que sufrieron los que eran contrarios al Régimen y que fue, en sus últimos años de vida cuando tuvo el reconocimiento que se merecía. Pedro García Cabrera fallece en 1981 en Santa Cruz de Tenerife, convertido en un clásico de la literatura canaria

En relación a la estructura externa del poema, este se corresponde con una silva, es decir, una combinación de 18 versos heptasílabos y endecasílabos de rima asonante dispuesta a gusto del autor. Presenta la estructura métrica 7a, 11B, 7c, 11-, 11A, 11D, 11-, 7c, 11A, 7d, 11C, 7-, 11A, 11D, 11-, 11-, 11A, 11B.

Su estructura interna puede dividirse en introducción, desarrollo y conclusión. La introducción la observamos en los dos primeros versos, en los que muestra esperanza por una isla donde haya libertad. A continuación, el desarrollo se subdivide en dos partes. En la primera, (vv. 3-5) expresa su deseo porque su pensamiento llegue al resto de personas que viajen a la isla. En la segunda parte, (vv. 6-13) explica que no se encuentra solo y detalla qué tipo de personas son las que le acompañan: quienes a pesar de su sufrimiento se miran a la cara mostrando su fortaleza, los que no olvidan su ideología y aquellos que sienten impotencia por la situación que viven. Por último, encontramos la conclusión en los cinco versos finales. En ella desea que a su isla idealizada lleguen personas libres y alegres. Podría decirse que la estructura del poema es circular, pues comienza y termina utilizando el mismo verso: “que no sea silencio amordazado”.

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