Reporte de Lectura del POPOL VUH

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO[pic 1][pic 2]

ENP°5 “JOSÉ VASCONCELOS”

ALUMNA: HERNÁNDEZ CORTÉS SARAHI NOEMI

GRUPO: 620

MATERIA: LITERATURA UNIVERSAL

PROFESOR(A): FERNANDEZ REAL MARÍA BEATRIZ

REPORTE DE LECTURA

POPOL VUH

Antiguas historias de los indios quichés de Guatemala

POPOL VUH

Es una obra que contiene historias de los indios quichés acerca de la formación del mundo, de sus dioses, hombres y creencias. Los quichés habitaban en Guatemala y su lengua tiene parentesco con la maya.

El Popol Vuh, es una obra que se puede dividir en 3:

1. La creación y los primeros intentos de hacer a los hombres.
2. Las aventuras de los dioses gemelos Junajpú e Xbalamqué.
3. La creación de los hombres de maíz.

La PRIMERA PARTE  relata que en el principio, todo era oscuridad y silencio, sólo existía el mar y el cielo. Existía solo K’ucumatz y Tepew, madre y padre de  todo lo que hay en el agua, llamado también Corazón del Cielo, ellos se pusieron de acuerdo para dar comienzo a la creación: Se manifestó la creación de los árboles y de la vida llamada Jurakán que veían en 3 distintas manifestaciones:[pic 3][pic 4]

1° Caculjá Jurakán “El rayo de una pierna”        

2° Chipí Caculjá Jurakán “El más pequeño de los rayos”

3° Raxá Caculjá “Rayo muy hermoso”

Primero se creó Ulew, la tierra, después se creó los animales que guardaban los montes: el venado, el pájaro, el puma, jaguar, la culebra, la víbora y el cantil y se les indicó donde debían habitar. El creador al ver que los  animales no podían hablar, ni venerar a los creadores fueron condenados a ser comidos y matados los animales que existen sobre la tierra

El segundo intento de los dioses fue crear a seres de barro, frágiles ya que se desvanecían fácilmente en el agua; por lo que los deshicieron.

El tercer intento fueron creados seres de madera pero carecían de corazón e inteligencia, martirizaban todo a su paso, no pensaban en su creador; por lo tanto fueron destruidos, el corazón del cielo envió una gran inundación, quedando como rastro de ellos, los simios, quienes lograron escapar de ella.

Después  nos remonta a una historia donde existía el cielo y la tierra, pero la luz del sol era turbia. Y existía un gigante Wukub K’aquix que tuvo dos hijos con Chimalmat, quienes se llamaban: Zipacná y Cab Rakán. Los tres varones eran característicos de su soberbia y es por eso que Junajpú e Xblamqué, dos hermanos, querían matar a éstos 3 antagonistas. Un día  mientras  Wukub K’aquix comía nances, los hermanos aprovecharon para herirle en la quijada con su cerbatana, y el gigante sólo pudo arrancarle el brazo a Junajpú, y huyó con él brazo a su hogar.  Mientras Wukub K’aquix se retorcía del dolor de muelas; Junajpú e Xblamqué idearon un plan para derrotarlo y recuperar el brazo, de tal manera que dos ancianos les ayudaron en su plan, haciéndose éstos ancianos pasar por curanderos de dientes,  le quitaron a Wukub K’aquix todas sus riquezas, sus dientes y sus ojos; y así murió Wukub K’aquix y su esposa, Chimalmat.

Otro día, Zipacná vio pasar a 400 muchachos con un gran trozo para pilar, Zipacná decidió cargarlo él solo y a los muchachos les sorprendió tanta su fuerza que decidieron destruirlo. Zipacná ya sabía que lo querían destruir, así que cuando le mandaron a construir un hoyo, el cavó una cueva al lado, para salvarse; cuando ya estaba profundo el hoyo los muchachos dejaron caer un gran trozo, pero Zipacná se escondió en su cueva, fingiendo su muerte. Los muchachos celebraron su victoria pero Zipacná aprovechó para derribar el rancho sobre ellos y matarlos, siendo éstos las 400 estrellas que posteriormente aparecen en el cielo. Junajpú e Xblamqué estaban llenos de rencor por lo que Zipacná había hecho. Y decidieron hacer una figura que imitaba un cangrejo, dentro de una cueva. Luego fueron a buscar a Zipacná para que lo capturara ya que ellos no pudieron hacerlo; Zipacná entonces se fue al fondo del barranco, pero cuando estaba a punto de agarrarlo se derrumbó el gran cerro, y Zipacná se convirtió en piedra.

Sólo faltaba por destruir al último de los gigantes, Cab Rakán, él era quien estremecía los montes, entonces Junajpú e Xblamqué le pidieron ayuda para derribar un cerro; en el trayecto cazaron unos pájaros, y mientras los ponían al fuego, a uno de ellos le untaron tierra blanca, éste pájaro se lo comió Cab Rakán y prosiguieron su camino, cuando llegaron a aquél monte, Cab Rakán se sentía muy débil debido al pájaro ingerido, entonces Junajpú e Xblamqué lo ataron de manos y lo enterraron; y así murió el último de los gigantes.

SEGUNDA PARTE

El padre de Junajpú e Xbalamqué fue Jun Junajpú, cuyos padres eran Xpiyacoc e Xmucané. Jun Junajpú tuvo 2 hijos con Xbaquiyalo: Jun Batz y Jun Chowen.

Jun Junajpú tenía un hermano, Wukun Junajpú con quien solía jugar a la pelota de hule, pero un día los del Ajawab de Xibalbá (los Señores del Infierno) los oyeron y los mandaron a llamar ya que deseaban ver los instrumentos de juegos de Jun Junajpú y Wukun Junajpú, sin embargo estos dejaron sus instrumentos en su casa antes de partir, cuando llegaron ahí, fueron humillados y asesinados por los señores del Infierno, y la cabeza de Jun Junajpú fue colgada en un árbol y ese árbol reverdeció produciendo frutos hermosos. En ese tiempo, la doncella Xquic, había oído la historia del árbol quien se la contó su padre, un señor del Xibalbá, se dirigió a dicho lugar y se preguntó cuáles eran los frutos de ese árbol, y Jun Junajpú le dijo que extendiera su mano derecha, y la doncella aceptó y en ese momento, la calavera de la cabeza de Jun Junajpú le lanzó un chisguete de saliva y le cayó en la palma de la mano, desde ese instante se dice que Jun Junajpú le otorga descendencia a Xquic. Tras varios meses lo señores de Xibalbá vieron que ella estaba preñada y al ver que no estaba presente el padre, la acusaron de ramera, por lo tanto, ordenaron a los búhos que la sacrificaran y que entregaran su corazón en una bandeja, pero éstos no quería hacerlo; entonces Xquic les dio un líquido rojo que coagulaba y quedaba en forma de corazón, así engañó a los señores y ella escapó a la superficie. La doncella se dirigió con la madre de su esposo muerto, pero ésta no le creyó que fuera su nuera, así que la señora le dijo que fuera a la milpa y que si llenaba un costal de maíz le creería, la doncella imploro a los guardianes de la milpa para que le diera el maíz que necesitaba y así fue, la señora le creyó.

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