EDUAR HOPER

Edwuar Hopper (1882-1967)

"Edward Hopper, el más conocido de América realista de la época de entreguerras, una vez dijo:" El hombre es el trabajo algo no sale de la nada. ". Esto ofrece una clave para la interpretación de la obra de un artista que no sólo era sumamente reservado, pero que hizo temas soledad e introspección importantes en su pintura.

"Él nació en la pequeña ciudad del río Hudson de Nyack, Nueva York, en 22 de julio 1882 Su familia era de clase media sólida:. Su padre era dueño de una tienda de telas donde el joven Hopper trabajó a veces después de la escuela En 1899 él tenía. ya decidió ser artista, pero sus padres le convenció para comenzar estudiando ilustración comercial porque este parecía ofrecer un futuro más seguro. primera vez que asistió a la Escuela de Nueva York de ilustrar (más oscuro que su título sugiere), y luego en 1900 transfirió a la Escuela de Nueva York del arte. Aquí la figura principal e instructor jefe era William Merritt Chase (1849-1916), un imitador elegante de Sargent . También trabajó con Robert Henri (1869-1929), uno de los padres del realismo americano - un hombre al que más tarde describió como "el maestro más influyente que tenía", añadiendo "los hombres no se mucho de Chase; allí eran en su mayoría mujeres de la clase". Hopper era un desarrollador lento - que permaneció en la Escuela de Arte durante siete años, posteriormente llevar a cabo una enseñanza forjarse Sin embargo, como la mayoría de los jóvenes artistas americanos de la época, deseaba estudiar en Francia con la ayuda de sus padres.. finalmente se marchó a París en octubre de 1906 Este fue un momento emocionante en la historia del movimiento moderno, pero Hopper fue afirmar que su efecto sobre él fue mínima.:

¿A quién conozco? Nadie. Yo había oído hablar de Gertrude Stein, pero yo no recuerdo haber oído hablar de Picasso en absoluto. Yo solía ir a los bares por la noche y sentarse y mirar. Fui al teatro un poco. París no tuvo un impacto enorme e inmediato en mí.

"Además de pasar unos meses en París, visitó Londres, Amsterdam, Berlín y Bruselas. La imagen que parece haberle impresionado más era de Rembrandt La ronda de noche (en el Rijksmuseum, Amsterdam). Hopper fue capaz de repetir su viaje a Europa en 1909 y 1910. En la segunda ocasión que visitó España y Francia. Después de esto, a pesar de que iba a seguir siendo un viajero incansable, nunca puso un pie en Europa otra vez. Sin embargo, su influencia fue permanecer con él durante mucho tiempo : fue leer bien en la literatura francesa, y podría citar a Verlaine en el original, como su futura esposa descubrió (que estaba sorprendido cuando terminó la cita para él) dijo más tarde: ". [América] parecía terriblemente crudo y crudo cuando regresé. Me tomó diez años para conseguir en Europa. ' Desde hace algún tiempo su pintura estaba llena de recuerdos de lo que había visto en el extranjero. Esta tendencia culmina en Soir Bleu de 1914, un recuerdo del carnaval Mi-Carême en París, y uno de los mayores Hopper imágenes jamás pintado. No logró atraer . ninguna atención cuando se lo mostró en una exposición mixta en el año siguiente, y fue esta falla, que lo lanzó de nuevo a trabajar en los temas de América con la que ahora es su reputación asociados Hopper En 1913 hizo su primera venta - una imagen exhibida en el Armory Show de Nueva York, que reunió a artistas americanos y todos los modernistas más importantes de Europa. En 1920 tuvo su primera exposición individual en el Whitney Studio Club, pero en esta ocasión ninguno de los cuadros vendidos. Él ya tenía treinta y siete años y empezando a dudar de si podría lograr cualquier éxito como artista - se vio obligado todavía a ganarse la vida como ilustrador comercial Una forma alrededor de este dilema era hacer grabados, para que en ese momento se produjo un nuevo mercado alcista Estos vendido.. con más facilidad que sus pinturas, y luego se trasladó a la tolva acuarelas de decisiones, que se venden con mayor facilidad aún.

"Hopper se había instalado en Greenwich Village, el cual iba a ser su base para el resto de su vida, y en 1923 renovó su amistad con un vecino, Jo Nivison, a quien había conocido cuando eran compañeros de estudio bajo Chase y Henri. Ella estaba ahora cuarenta años,... Hopper tenía cuarenta y dos en el año siguiente se casó con su larga y compleja iba a ser el más importante de la vida del artista ferozmente leal a su esposo, Jo sintió en muchos aspectos oprimidos por él en particular. , ella sentía que él no hizo nada para fomentar su propio desarrollo como pintor, sino por el contrario hizo todo lo posible para frustrar. 'Ed', le confió a su diario, "es el centro de mi universo ... Si ' m en el punto de ser muy feliz, él se encarga de que no lo soy. " La pareja a menudo se peleó ferozmente (un tema a principios de la contención era la devoción de Jo a su gato Arthur, a quien Hopper considerado como un rival para su atención). A veces sus filas estalló en violencia física, y en una ocasión, justo antes de un viaje a México, mano Jo Hopper poco hasta los huesos. Por otro lado, su presencia era esencial para su trabajo, a veces literalmente es así, ya que ahora el modelo para todas las cifras, las mujeres en sus pinturas, y era experto en la promulgación de las diversas funciones que necesitaba.

"Desde el momento de su matrimonio, la fortuna de profesionales de Hopper cambió. Su segunda exposición individual, en la Galería Rehn en Nueva York en 1924, fue un sell-out. Al año siguiente, pintó lo que ahora se reconoce generalmente para ser su primera totalmente imagen madura, La Casa junto a la vía . Con su sobriedad deliberada y disciplinada, esto es típico de lo que iba a crear a partir de entonces. Sus pinturas combinan cualidades aparentemente incompatibles. Moderno de su desolación y la sencillez, que también están llenos de nostalgia por el puritano virtudes del pasado americano - el tipo de Hopper peculiar arquitectura del siglo XIX le gustaba pintar, por ejemplo, no podría haber sido más de moda de lo que era a mediados de los 192OS, cuando por primera vez comenzó a mirarlo en serio. sus composiciones son supuestamente realista que también hacen uso frecuente de simbolismo oculto. pinturas de Hopper han sido, en este sentido, ha comparado acertadamente en lugar de las obras realistas de Ibsen, un escritor a quien admiraba.

"Uno de los temas de La Casa por el ferrocarril es la soledad del viaje, y las tolvas ahora comenzó a viajar extensamente en los Estados Unidos, así como de emprender un viaje a México. Su movilidad ha sido posible por el hecho de que eran ahora lo suficientemente próspero

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