El monomito
JMANUELSInforme30 de Junio de 2019
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El monomito
- El mito y el sueño
Desde el continente africano, pasando por el asiático, también el americano y europeo, podemos ver muchas coincidencias en sus mitos, leyendas, creencias religiosas y cosmovisión en diferentes épocas y culturas, a esta estructura mitológica universal donde el héroe pasa por tres fases se le denomina monomito, el hecho de que los mitos hayan estado en todos los tiempos y en todas las circunstancias hace que, como dice Campbell estos sean la entrada por la cual las energías del cosmo se vierten sobre las manifestaciones culturales, y que son la inspiración viva de todo lo que haya podido surgir de las actividades del cuerpo y de la mente humanos.
Desde el siglo pasado se han llevado a cabo investigaciones en el campo de la psicología de los pueblos, para establecer las bases psicológicas del lenguaje, del mito, de la religión, del desarrollo artístico y de los códigos morales. Este “fenómeno” (monomito) se podría describir desde el psicoanálisis y justamente los escritos que han marcado una época para los psicoanalistas son indispensables para los estudiosos de la mitología.
Hablando del sueño y su relación con el mito, este es pues el mito personalizado y el mito es el sueño despersonalizado, esto quiere decir que el sueño son las formas del mito distorsionadas por el que sueña, mientras que el mito se presentan las mismas problemáticas pero las soluciones son válidas para todos, ambos son simbólicos y tienen una relación con la psique de la persona, para poner un ejemplo Campbell menciona el sueño de un joven norteamericano autor de una publicación periodística, “Soñé- dice él- que estaba reparando nuestro tejado, de pronto oí la voz de mi padre que me llamaba desde abajo. Me volví repentinamente para oírlo mejor, y al hacerlo, el martillo se me cayó de las manos, resbaló por el tejado en declive y desapareció por el borde. Oi un golpe fuerte, como el de un cuerpo que cae, terriblemente asustado baje por la escalera, en el suelo estaba mi padre muerto, con la cabeza ensangrentada. Desesperado, sollozante, empecé a llamar a mi madre. Ella salió de la casa y me abrazó. Me dijo- No te preocupes, hijo, fue un accidente, tú cuidaras de mí ahora que él no existe. Cuando me besaba desperté.” Él es el hijo mayor de tres hermanos y tiene 23 años, había estado separado de su esposa desde hacía un año, no pudieron vivir juntos, además refiere que quiere mucho a sus padres y nunca ha tenido dificultades con su padre, pero que él le insiste en que vuelva a vivir con su esposa y él está seguro de que nunca podría ser feliz con ella. Campbell hace notar que este joven en lugar de empujar su energía hacia el amor y hacia los problemas de su matrimonio se ha quedado más bien inactivo en los rincones de su imaginación con la conocida situación dramática de su primera y única complicación emocional, el triángulo tragicómico de la primera infancia: el hijo contra el padre por el amor de la madre.
Este sueño se puede comparar con la historia de Edipo y su relación con el psicoanálisis está en que Sigmund Freud señaló hace alrededor de cincuenta años que la mala distribución infantil de nuestros sentimientos de amor y odio, serían la gran causa de nuestro fracaso como adultos en cuanto a comportarnos como seres racionales. Como dice el Dr. Freud: “El rey Edipo, que ha matado a su padre y tomado a su madre en matrimonio, no es sino la realización de nuestros deseos infantiles.”
El psicoanálisis, la ciencia moderna que lee los sueños, nos ha enseñado a atender a estas imágenes insustanciales. También ha encontrado la manera de permitirles realizar su obra, o sea, deja que las peligrosas crisis del desarrollo del yo pasen bajo el ojo protector de un iniciado en la ciencia y en el lenguaje de los sueños, quien representa el papel y el personaje del mistagogo o guía de almas, el médico de los primitivos santuarios selváticos dedicados a la prueba y la iniciación. El médico es el maestro moderno del reino mitológico, el conocedor de todos los secretos caminos y de las palabras que invocan a las potencias. Su papel es precisamente el del sabio viejo de los mitos y de los cuentos de hadas, cuyas palabras servían de clave para el héroe a través de los enigmas y terrores de la aventura sobrenatural. Él es quien aparece y señala la brillante espada mágica que ha de matar al dragón, quien habla de la novia que espera y del castillo donde están los tesoros, el que aplica el bálsamo curativo a las más mortales heridas y finalmente despide al conquistador, de regreso al mundo de la vida normal, después de la gran aventura en la noche encantada
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