Emotivismo

"Es un estilo de pensamiento, no una doctrina filosófica en sentido estricto; es una forma de pensar, una manera de ver la realidad. Existe una relación entre este estilo de pensamiento y esta doctrina, pero no podemos decir que lo primero provenga directamente de esa doctrina (siglo XX). Más bien, es un estilo de pensamiento que no es una consecuencia directa de esta doctrina.

Aquí, el estilo de pensamiento se basa en el análisis de la forma de enfocar lo que es verdadero como centro de la emoción. Es el único criterio principal de verdad y acción, en el cual me baso al pensar qué es verdadero o bueno. Debo analizar qué emociones causa en otros; si lo que causo es una emoción positiva, entonces mi acción es buena. El criterio principal que utilizo para analizar la moralidad de las acciones son las emociones que se generan a partir de mis acciones.

El consecuencialismo consiste en analizar las cuestiones morales en base a sus efectos, lo cual es muy limitado, ya que no puede determinar si algo es bueno o malo únicamente por lo que termina sucediendo. No es una forma correcta de analizar la acción moral.

El emotivismo es una forma de consecuencialismo, ya que solo se enfoca en lo que mi acción causa y si produce placer, ¿entonces esa acción es buena o no? El problema es que se dejan de lado muchos aspectos concretos, no debería bastar solo con que mi acción genere un sentimiento de placer, tristeza o alegría, sino también si estoy haciendo algo bueno para los demás. Estas dos formas de analizar mis acciones morales son distintas porque, en el fondo, puedo hacer sentir bien a otra persona complaciéndola con algo que no es bueno. No puedo basarme únicamente en cómo se siente la otra persona para decidir si mi acción fue buena o mala.

Por ejemplo, en la educación de los hijos, decirles que no cuando lo que quieren es algo malo, aunque esto les haga sentir mal, no necesariamente se opone a lo bueno y sentirse bien. El lema sería "si lo sientes, está bien", pero hay una diferencia entre hacer sentir bien a alguien y hacer lo que es bueno. Puedo hacer sentir miserable a otro al tratar de hacer un bien.

El paradigma actual es que "lo que siento es lo más verdadero y está bien". Este paradigma está muy influenciado por el emotivismo y pone un énfasis excesivo en las emociones, dejando de lado otros criterios. Hemos llegado a este punto porque se ha exagerado la importancia de las emociones, dejando de mirar el mundo para centrarnos únicamente en nuestros propios sentimientos.

¿Por qué hemos llegado a ser tan emotivistas en estos tiempos? Una de las razones es el deseo de no ser reprochados desde el exterior. En el fondo, anhelamos ser perfectos y no ser censurados. Muchas veces intentamos actuar de tal manera que no seamos reprochables, siguiendo la vida de la virtud y tratando de hacer todo bien. Pero al eliminar la idea de hacer algo mal o tomar decisiones equivocadas, resumimos todo en el lema "no me arrepiento de nada". Esto no funciona, lo que hacemos es decir que todo lo que hagamos está bien, en el fondo, queremos ser perfectos. En lugar de hacer las cosas correctamente, decimos "somos perfectos", pensando que no debemos preocuparnos y que todo está bien en nuestra mente.

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