FRASES DEL LIBRO "EL PRINCIPITO"

FRASES DEL “EL PRINCIPITO”

• Todos los mayores fueron niños alguna vez. (Pero muy pocos lo recuerdan)

• Las personas mayores nunca entienden nada por sí mismas y es aburrido para los niños tener que explicarles siempre todo.

• No se puede llegar muy lejos por el primer camino que uno encuentre

• Las personas mayores adoran las cifras cuando uno les habla de un nuevo amigo nunca preguntan las cosas esenciales. Nunca dicen: ¿cuál es el tono de su voz?, ¿Qué juego prefieren?, ¿coleccionan mariposas? En cambio preguntan: ¿qué edad tiene?, ¿cuánto pesa?, ¿cuánto gana su padre? Solo entonces creen conocerlo.

• Nosotros que comprendemos la vida, nos burlamos de los números.

• Es triste olvidar a un amigo, no todo el mundo ha tenido un amigo.

• Sabes, a uno le gustan los atardeceres cuando uno se siente verdaderamente triste.

• El principito no renunciaba nunca a las preguntas que hacía.

• ¡Hablas como las personas mayores!...Me avergonzó un poco. Pero él, despiadado, añadió: ¡confundes todo… mezclas todo!

• Conozco un planeta donde vive un señor carmesí. Nunca ha olido una flor. Nunca ha contemplado una estrella. Nunca ha amado a nadie. No ha hecho más que cuentas como tú. Todo el día repite: “¡Soy un hombre serio! ¡Soy un hombre serio!”, lo que le hace hincharse de orgullo. Ese no es un hombre, ¡es un hongo!

• Es tan misterioso el país de las lágrimas.

• No supe comprender nada. Debí, juzgarla por su actos y no por su palabras.

• ¡Uno nunca sabe!

• Si yo ordenara -decía frecuentemente-, si yo ordenara a un general que se transformara en ave marina y el general no me obedece , la culpa no es de él, sino mía

• Hay que exigir a cada uno lo que cada uno puede dar.

• Es más difícil juzgarse a sí mismo que juzgar a los demás. Si logras juzgarte a ti mismo es que eres un verdadero sabio.

• ¡Las personas mayores son muy raras! Dijo el principito durante el viaje

• Para los vanidosos todos los demás hombres son admiradores.

• Los vanidosos solo oyen las alabanzas.

• Ese sería despreciado por los demás, por el rey, por el vanidoso, por el bebedor y el hombre de negocios. Sin embargo, él es el único que no me parece ridículo. Tal vez porque se ocupa de otra cosa y no de sí mismo.

• Cuando

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