Hestia

Hestia

Cronos, el titán que gobernaba el Olimpo, se volvió loco al enterarse de la profecía de Gea, la cual decía que todos sus hijos lo derrocarían algún día. Entonces, empezó a comerse a sus hijos de uno en uno. La primera a la que se comió fue Hestia, la diosa del hogar y del fuego. Entonces Rea, la mujer de Cronos escondió a su último hijo. Este se entrenó para derrotar a Cronos, pero no lo podía hacer sin sus hermanos, así que los libero con una poción que haría que su padre vomitara a sus hermanos y una vez unidos lo derrocaron. Hestia fue la última en salir de la prisión de Cronos. Después de derrotarlo, lo encerraron en el tártaro.

Después de eso, Zeus, Poseidón y Hades se repartieron el mundo. Hestia se quedó en el Olimpo junto con los demás dioses.

El doppelgänger de Hestia en la mitología latina es Vesta. Hestia es la diosa de la hoguera y del hogar. Es una diosa pacífica y pura. Y por pura quiero decir que hubo una ocasión en la que Apolo y Poseidón fueron a pedirle matrimonio, ella los rechazó y le pidió a Zeus que no la volvieran a molestar. Y para evitar problemas cuando Dionisio fue admitido en el Olimpo, Hestia se retiró del consejo de los doce dioses para cederle su puesto a él, demostrando así su comportamiento pacifico.

P.D. Hermes, su sobrino favorito, dios de la mensajería y de la comunicación, va a la gran mansión de su tía a contarle las historias de lo que pasa con los demás dioses.  

Mitos

Hestia siempre tuvo la decisión clara de mantenerse virgen y ser una diosa pura preocupada más de la vida en el hogar que de hacer cosas indebidas con el resto de dioses al contrario que Afrodita.

Rea quiso invitar a los dioses a un banquete en el cual bebieron muchísimo vino. Cuando el banquete estaba terminando, Hestia se quedó dormida detrás de un árbol, cuando Priapo, el dios de la fertilidad, pasaba por a lado y la vio dormida.

Lo primero que pensó al verla fue violarla, así que se acercó a ella sigilosamente para proceder a hacerlo. Pero hubo un inconveniente, un burro que estaba por allí, empezó a rebuznar por lo que la diosa se despertó asustada y se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo. Priapo salió corriendo de la escena fallando así en su propósito.  

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Un rey amargado por su vida un día le dio un neurazo, y dio la orden de poner en busca y captura a su esposa por supuesta “infidelidad” por parte de la esposa al embarazarse. Entonces la esposa tuvo que huir de su propia casa para poder sobrevivir y luchar por sus futuros hijos. Pero al intentar huir la capturan y la llevan ante su esposo.

Delante del esposo y a punto de ser asesinada aparece la doppelgänger de Hestia, Vesta. Con su luz escandila al asesino y convence al esposo de que la deje ir.

Después de haber dado a luz, el asesino, el cual tenía una cuenta pendiente persigue a la mujer hasta no poder más. Dejo a los niños en una canasta en el río a su suerte, por lo cual el asesino de la madre no se preocupo por ellos pensando que se iban a ahogar.

Unos cuantos metros más a delante la cesta de los niños se queda varada en la orilla del río y una loba curiosa se acerca a ver lo que había en la cesta. La loba, preocupada por los niños se los lleva, los cuida y amamanta hasta que crecen. Cuando son mayores, los niños hechos ya hombres deciden buscar su lugar en la sociedad.

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