La Drogadiccion

En nuestro país, es cada vez mayor la demanda ciudadana, por vivir en un ambiente de seguridad y armonía, una demanda por información precisa y justa, de las investigaciones que hace el gobierno, ante los hechos delictivos que nos acontece, demanda que hoy consideramos un derecho fundamental para el ciudadano y una obligación para sus representantes, es sabido de todo que en nuestros país, una ola de acontecimientos mal habidos, han convertido prácticas inhumanas como el secuestro y el asesinato en el pan nuestro de cada día.

La violencia y la inseguridad están a la orden, vemos en la televisión, a través de las noticias matutinas y nocturnas disponer de la vida de hombres y mujeres inocentes, vemos en primera plana en los periódicos un mundo dividido y fracturado por diferentes puntos de vistas, en donde la vida es arrebatada por una garra de la violencia que sigue y sigue generando un miedo en la sociedad completa.

Un claro ejemplo de ello es, que el pasado mes de septiembre en la fiesta nacional que nos llena de emoción y alegría, que nos recuerda el privilegio de nuestra libertad, se vio manchada de sangre en medio del colorido de la pirotecnia, por dos granadas de fragmentación lanzadas sin escrúpulos a hombres, mujeres y niños que con entusiasmo celebraban el 16 de septiembre en la ciudad de Morelia, este es uno de muchos acontecimiento que aquejan a la sociedad hoy en día.

Es una enfermedad, es un cáncer que invade lentamente nuestro territorio mexicano en que parece no tener cura alguna.

El gobierno se enfrenta a un gran problema y es nuestro deber de ciudadano, alzar un clamor en defensa de las personas que padecen hoy la atrocidad, es entonces que me pregunto, el compromiso que tiene el gobierno de erradicar la violencia y la inseguridad, es solo su compromiso, ¿Es solo el gobierno quien tiene la cura a esta terrible enfermedad? Son los delincuentes los únicos culpables a este terrible mal, la respuesta es no, la causa no son los delincuentes. La causa es la sociedad quien da origen a los asesinos, a los drogadictos, a los políticos corruptos, a los padres de familia que solo saben delegar la responsabilidad de educar a sus hijos en otros, pero responsabilizar a la sociedad me parecería que no es el culpable, por ello.

...