La Resiciliencia

La resiliencia, lo más atractivo que un ser humano puede desarrollar; se dice que la resiliencia es la capacidad que tiene una persona o un grupo de recuperarse frente a la adversidad, para seguir proyectando el futuro. Es básicamente la capacidad de afrontar la adversidad y lograr adaptarse bien ante las tragedias, lo traumas, las amenazas o el estrés severo. Ser resiliente no significa no sentir malestar o dolor, significa que pueden sobreponerse a sucesos realmente difíciles y adaptarse bien a lo largo del tiempo.

Cuando se habla de la resiliencia como un gran atributo en las personas, se dice también que el uso de ésta nos ayudará a llevar una vida mucho más tranquila, ya que es común que las diferentes adversidades generen malestar en nosotros y con el tiempo nos vayan quitando las ganas de seguir adelante, por lo tanto, si tuviéramos la capacidad de desarrollar la resiliencia, probablemente todo se nos haría más llevadero.

Se dice que la resiliencia puede percibirse como un concepto que nos ayuda a desarrollarnos de tal manera que ante cualquier adversidad, mediante nuestras habilidades y capacidades podamos superar y salir fortalecidos de dicha situación.

“Detrás de cualquier cambio social, de cualquier revolución, lo único realmente importante es el tipo de ser humano que resultará de ello” Antoine de Saint-Exupery

Las habilidades que podrían ayudarnos a lograr ser consideradas personas resilientes son:

Habilidades Sociales

- Habilidades de comunicación

- Habilidades de negociación/rechazo

- Habilidades de aserción

- Habilidades interpersonales

- Habilidades de cooperación

- Empatía

Habilidades Cognitivas

- Habilidades de toma de decisiones/resolución de problemas

- Habilidades de pensamiento critico

- Autoevaluación

- Análisis de la influencia de sus pares y de los medios de comunicación

- Determinación de soluciones alternas para el problema

Habilidades para el control de las emociones

- Control de estrés

- Control de sentimientos, lo que incluye la ira

- Habilidades para aumentar el locus del control interno (manejo de sí mismo)

Desde esta perspectiva se puede considerar la condición de estrés como potencializador de competencia en el desarrollo humano, pero también puede ser considerada como obstaculizadora en el desarrollo de habilidades cognitivas, sociales, emotivas, lo que se puede traducir en un efecto iatrogénico, donde el estrés posibilita el bienestar, pero también puede posibilitar la interferencia de capacidades en el desarrollo, en este ámbito, Rutter plantea que "una misma variable puede actuar bajo distintas circunstancias, tanto en calidad de factor de riesgo como de protector"

El ser humano puede ser resiliente cuando supera una situación angustiante gracias a los vínculos dados por las redes sociales, por los agentes socializantes y sobre todo, por las características de la personalidad o factores protectores internos.

Mediante el concepto de resiliencia, el ser humano tiene la posibilidad de orientar su desarrollo hacía una expansión de sus potencialidades, que le permitirán abrir paso a las posibilidades de bienestar, de calidad de vida y de superación. Así para este abordaje de la resiliencia como perspectiva de desarrollo humano, las necesidades no solo cumplen el papel de carencia sino también de potencia, lo que le permite al ser humano ser actor y agente social con proyección a un desarrollo que integre la iniciativa individual y la eficacia social.

La psiquíatra Rafaela Santos, presidenta del Instituto Español de Resiliencia, dice sencillamente que la resiliencia no es más sino la resistencia ante la adversidad, junto a la capacidad para reconstruirse saliendo fortalecido del conflicto.

“Es una actitud vital positiva a pesar de las circunstancias difíciles y representa el lado positivo de la salud mental. Consiste también en saber aprender de la derrota y transformarla en una oportunidad

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