Selecciones De Romain Rolland

El amor y la admiración de la belleza, responden a una noble espontaneidad del ser social. Consideramos el educado sentido del bello como el colaborador más eficaz en la formación de un delicado instinto de justicia. La dignificación, el ennoblecimiento interior, no tendrá nunca artífice más adecuado. Nunca la criatura humana se adherirá de más segura manera al cumplimiento del deber, que cuando, además de sentirle como una imposición, le sienta estéticamente como una armonía. Nunca ella será más plenamente buena que cuando sepa repetir en los demás el sentimiento de lo hermoso.

Aquellas que exigen que el bien y la verdad se manifiesten invariablemente en formas adustas y severas, son amigos traidores del bien y la verdad. La virtud es también un género de arte; y la enseñanza que se proponga fijar en los espíritus la idea del deber como el de la más alta poesía. A medida que la humanidad avance, se huira del mal y del error como de una disonancia;

Se buscara lo bueno como placer de una armonía. Ninguno más seguro, entre los resultados de la estática, que el que nos enseña a distinguir, en la esfera de lo relativo, lo bueno y lo bello de lo verdadero. La idea de un acuerdo superior entre el buen gusto y el sentimiento moral es exacta, lo mismo en el espíritu de los individuos que en el espíritu de los individuos que en el derivado de un gusto fijo, y fino, se identifican con el don poderoso de la universalidad. Las ideas adquieren alas potentes y veloces, no en el helado sano

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