Tecnica Engaño-desengaño

Técnica engaño, desengaño:

Francisco

Cada tarde al llegar a mi hogar veo como él está sentado en la sala, esperándome, veo como sus grandes y bonitos ojos negros me ven al caminar hacia la sala, se levanta y corre hacia mí, me recibe con ese cariño incondicional, ya que él y yo somos muy unidos.

Nunca se me va a olvidar el día en que mis padres decidieron adoptarlo y cuando llego a mi casa, estaba un poco indecisa ante esa situación, pero al final tuve que aceptarlo, era un integrante más de mi familia a partir de ese momento.

Con el tiempo aprendí a quererlo, fue un poco difícil, pero, al final, era inevitable no quererlo, era una criatura hermosa y a pesar de que no hablaba parecía entenderme cada que le platicaba algo, incluso muchas veces parecía platicar conmigo.

Paso el tiempo, y cuando nos dimos cuenta llego su primer cumpleaños, ese día al despertar todos lo felicitamos y lo llenamos de abrazos ya que el llegó a llenar de alegría nuestro hogar, no podía creer lo que una criatura tan pequeña había logrado, era de verdad impresionante pero sobre todo hermoso. Con el paso del tiempo él fue creciendo y obviamente fue aprendiendo cosas nuevas, era tan inteligente que de verdad nos sorprendía todo lo que sabía hacer a su corta edad.

Todo era perfecto teniendo su compañía, de verdad me gustaba estar con él, hasta que un día pasó algo verdaderamente horrible pero sobre todo triste, en las mañanas yo iba a la escuela y él se quedaba en mi hogar, se la pasaba jugando todo el tiempo y acompañando a mi mamá. Mi mamá salió a comprar algo para preparar el desayuno así que él decidió seguirla pero mi mamá no se había dado cuenta de eso, entonces, al querer cruzar la calle una camioneta paso sin darse cuenta que él iba cruzando la calle, era un perro tan pequeño, que no se lograba percibir, mi madre escucho el frenar de la camioneta y sin esperarlo era el, Francisco, nuestro pequeño perro chihuahua que tanto amábamos.

Mi madre, al ver lo que le había pasado a Francisco corrió hacía él y lo llevo al veterinario, afortunadamente, su accidente no paso a mayores y solo tuvo unos cuentos raspones, pero, en ese momento nos dimos cuenta de que no solo lo queríamos, también lo amábamos y no queríamos que se alejara de nuestras vidas durante un largo tiempo.

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