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Tertualiano


Enviado por   •  28 de Marzo de 2014  •  1.835 Palabras (8 Páginas)  •  228 Visitas

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Introducción:

En la Metafísica, Aristóteles (384 – 322 a.C.) trata sobre los distintos aspectos de la filosofía. Empieza señalando que “todo ser humano tiene el deseo natural de saber ”, que se hace evidente en el gusto por nuestras percepciones sensoriales. Es decir, en principio no se debe tanto a una cuestión propiamente racional. Se empieza por los sentidos, luego la memoria guarda los recuerdos de las impresiones sensibles. El segundo grado es la experiencia, de aquí se sigue la ciencia, que trata sobre la totalidad; es el manejo de una universalización en una práctica.

La ciencia produce confianza, al final es un conocimiento teórico más que práctico. Aún así, Aristóteles distingue entre ciencias creadoras o “poéticas” (dialéctica, retórica y propiamente la poética); ciencias prácticas (política, economía y ética) y ciencias teóricas (teología, física y matemática).

Las ciencias creadoras satisfacen ciertas necesidades y resuelven situaciones, las ciencias prácticas sirven para satisfacer necesidades espirituales, por ejemplo el placer, y las ciencias teóricas establecen sistematizaciones sobre un tema. La metafísica se presenta como una ciencia teorética, anterior a las demás, que constituye la forma más alta del saber, que trata de las primeras causas y los primeros principios , que investiga “lo que es, en tanto algo que es, y los atributos que, por sí mismo, le pertenecen” (Met. 1003a20-21)

Aristóteles se preocupa por el sentido último de las cosas, donde primero están las causas. En este sentido hay cuatro preguntas :

1. ¿De dónde? Es decir, la causa material.

2. ¿Cómo? Es decir, la esencia, la causa formal.

3. ¿Quién lo hizo? Es decir, la causa eficiente.

4. ¿Para qué? Es decir, la causa final.

Si se logran aplicar estas preguntas a una realidad, se puede aplicar a todo y explicar. Según Aristóteles, la filosofía es una ciencia de causas últimas. El filósofo debe tener la capacidad de asombrarse y tener tiempo para preguntarse; la palabra “ocium” quiere decir escuela. Por lo que refiere Aristóteles, los primeros en hacer esto fueron los egipcios, quienes en su mitología consideraron la existencia de una materia original, el “num”.

Mitología egipcia:

En Egipto los yacimientos arqueológicos más antiguos se ubican en El Fayum. Desde siempre, este lugar ha sido famoso por su fertilidad y buen clima, y la producción de vinos, aceitunas y trigo. Por su parte, la irrigación del Nilo favorecía la fertilidad del suelo y se cosechaba toda clase de productos, de los que podía extraerse vino, aceite, cerveza, cosméticos, medicinas, telas, papeles, etc. Los ríos, principalmente el Nilo, al ser fuente de prosperidad en la vida cotidiana, se asocia e influye en los conceptos cosmogónicos de creación y destrucción .

Los primeros reyes se preocuparon en resolver las inundaciones locales, de modo que es muy temprano el aprovechamiento para bien de la fuerza potencialmente destructora de las inundaciones. El aprovechamiento de los recursos fluviales inicia sistemáticamente con los reyes de la dinastía XII (1980 a 1790 a. C.), y anteceden a los proyectos de irrigación a gran escala que empezaron años después al unificarse Egipto bajo el mando de un solo Rey . El Rey era la personificación del ma'at, término que se traduce por «derecho», «verdad» o «justicia», pero también por «orden natural del cosmos». El Faraón es la encarnación del dios Horus y las pirámides de Gizeh son sus principales manifestaciones.

En Heliópolis (ciudad del Sol, nombre con que la conoce Heródoto) se rinde culto al Dios Atum. Heliópolis se ubica al noroeste de Egipto. Cuando se unifica el Alto y bajo Egipto (hacia el año 3000 a.C.) dan inicio las explicaciones sobre el origen del universo que terminaron por escribirse en los Textos de las Pirámides de las Dinastías V y VI.

De acuerdo a esta cosmogonía, hay una oscuridad o caos primordial donde existe una masa de agua celestial e inerte (considerada el ser primordial) llamada Nu o Num. Con frecuencia se representa con la forma de un lago sagrado que simboliza la "no existencia" previa a la creación.

Esta masa de agua es infinitamente profunda y extensa, y en ella están los gérmenes de todas las formas de vida. Es eterna y estática, de ella brota una flor de loto y un montículo, de la flor surge Atum (en la imagen), “Señor de Heliópolis”, al inicio de los tiempos para crear el universo y las cosas que hay en él. Al surgir, se coloca en esa colina saliente del agua, similar a las “islas” que surgen tras las inundaciones del Nilo, denominado Benben y que tiene forma de pirámide. De ahí creó el universo y todas las cosas que habitan en él, mediante su espíritu denominado Thot, quien tradujo en palabras estas ideas de creación, y al pronunciar las palabras, toda la creación empezó a existir. Una de sus primeras creaciones es el sol (denominado Ra)

Atum es el más antiguo de los dioses: «el dios divino, aquel que se ha creado a sí mismo, el hacedor de los dioses, el creador de los hombres, aquel que ha extendido los cielos, aquel que ha iluminado el Tuat con sus ojos (es decir, el sol y la luna). Ya existía cuando el cielo no existía, la tierra no existía, los hombres no existían, los dioses no habían nacido, la muerte no existía».

¿Qué es el mito?

“El hombre pasa al vivir entre selvas de símbolos”. (L'homme

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