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Toneblaster


Enviado por   •  2 de Septiembre de 2012  •  3.923 Palabras (16 Páginas)  •  237 Visitas

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Rosa Luxemburg, Raúl Sendic y Lenin tomando mate y discutiendo el poder en Uruguay

Néstor Kohan

Rebelión

Prólogo al libro «Una historia que no es cuento» (Orígenes, esplendor y derrota del MLN-Tupamaros) de Jorge Zabalza

Insurgencia y reflexión

Las clases dominantes latinoamericanas (cómplices y al mismo tiempo fieles sirvientes del colonialismo y el imperialismo) siempre han construido la imagen de un monstruo fantasmal y caricaturesco para conjurar y reprimir la rebeldía de las clases populares. Primero bautizaron a esa bestia demoníaca como «indígena caníbal» y «negro cimarrón». Luego “jacobino sediento de sangre”. Más tarde «anarquista violador» y «comunista devorador de niños» (El pintor mexicano Diego Rivera se reía mucho diciendo que como él era comunista, en la Unión Soviética probó carne de bebé y le resultó muy sabrosa). Avanzando en el tiempo, ese fantasma omnipresente adoptó la figura del «delincuente subversivo y apátrida». Posteriormente lo satanizaron como «terrorista» hasta llegar a nuestros días con el mote mediáticamente repetido desde Estados Unidos del «narco-terrorismo».

El hilo rojo que atraviesa esa prolongada demonización es la atribución de irracionalidad y locura demencial a nuestras rebeldías populares. Todo insurgente es un delirante, completamente carente de razón y de toda lógica.

A contramano de ese relato macartista, reiterado y reciclado hasta el día de hoy por la voz del amo, la insurgencia en América latina ha sido más que prolífica en sus intentos de reflexión, fundamentación lógica y argumentación razonada de sus rebeldías. La tradición de la escritura marca una clara continuidad en toda la insurgencia. El Che Guevara, además de un comandante guerrillero y un convencido comunista internacionalista es, sobre todo, un escritor prolífico. El vértice más alto de toda una tradición de escritura y pensamiento marxista insurgente.

«Una historia que no es cuento» (Orígenes, esplendor y derrota del MLN-Tupamaros), el nuevo libro del revolucionario uruguayo Jorge Zabalza, se inscribe de lleno en esa tradición demonizada por el poder.

Su reflexión histórica, teórica y política, valiosa en sí misma, se refuerza por la propia trayectoria del autor. Zabalza es un militante revolucionario que atravesó con dignidad los once años infernales de tortura, aislamiento y encierro en una jaula (con luz eléctrica las 24 horas), sin poder hablar con nadie ni hacer gimnasia, los castigos y el hostigamiento permanente al que lo sometieron los verdugos de la dictadura militar en Uruguay junto al resto de la dirección político militar de los Tupamaros.

La dictadura uruguaya y los rehenes

Uruguay, país hermano y vecino, es igual pero distinto a la Argentina. Ambas sociedades cayeron bajo la bota feroz del Plan Cóndor y su represión salvaje, orquestada a nivel continental por los instructores norteamericanos en tortura y desaparición de personas. Sin embargo, mientras que en Argentina el genocidio asumió la modalidad del exterminio definitivo, en Uruguay la dictadura militar decidió conservar como rehenes a los nueve integrantes de la dirigencia guerrillera para chantajear y controlar cualquier posible respuesta popular.

Jorge Zabalza (“el tambero” para sus amigos y compañeros de militancia), autor de este nuevo libro, es uno de aquellos nueve rehenes históricos, al lado de Raúl Sendic [1925-1989], principal dirigente de los Tupamaros.

Dialogando con la militancia joven

El trabajo que comentamos no flexiona sus rodillas ante la nostalgia fácil ni se estructura a partir del suspiro melancólico. Su impulso es bien distinto.

Por el contenido, por la forma, por el lenguaje, este libro está dedicado a la gente joven y a la nueva militancia uruguaya y latinoamericana. Su autor incursiona y explica la historia uruguaya con expresiones sencillas, claras, transparentes, comprensibles por todo el mundo. No hace falta ser un “iniciado” en alguna secta para comprender las tesis de Zabalza.

Por ejemplo, cuando quiere explicar las características históricas de Uruguay, apela a la expresión “el país de los amortiguadores”, refiriéndose tanto al populismo como al predominio de las formas hegemónicas, que marcaron la mayor parte de la historia uruguaya hasta la década del sesenta cuando la lucha de clases se tensa y el capitalismo uruguayo muestra su verdadero rostro de crueldad y represión.

El público de lectores y lectoras sabrá disfrutar de esa sencillez pensada a propósito para saltar obstáculos y generar debates entre quienes no vivieron los años ’60, aunque seguramente los antiguos militantes también encontrarán materia de polémica, como sucedió anteriormente con la biografía de Zabalza Cero a la izquierda que en noviembre de 2007 motivó una batahola (con trompadas y empujones generalizados) en el parlamento uruguayo, a la vista de todo el mundo.

Antonio Gramsci y la historia de una organización

Escribir la historia de una organización política implica indagar en la historia de una sociedad y un país. Eso nos enseñó Gramsci. Ninguna organización, por más significativa o emblemática que fuera, puede comprenderse en sí misma, al margen de sus coordenadas históricas, políticas y sociales.

Y eso es precisamente lo que en su libro hace Zabalza, intentando no sólo reconstruir la historia del Movimiento de Liberación Nacional- Tupamaros (MLN-T) sino también hundir el escalpelo en las raíces históricas de la sociedad uruguaya, sus formas predominantes de dominación y resistencia, sus oscilaciones entre “los amortiguadores” (el predominio del consenso) y la represión (el privilegio de la violencia de las clases dominantes y el terrorismo de estado).

Todo ese ejercicio de reconstrucción histórica persigue un objetivo claro y una meta inequívoca en estas páginas: rastrear las fuentes y orígenes de las posiciones actuales —que Zabalza cuestiona, rechaza e impugna— de la política oficial uruguaya, incluyendo las del Frente Amplio y el presidente «Pepe» Mujica (quien también fuera otro de los rehenes históricos). Y no sólo las de sus políticas económicas, ya de por sí discutibles, sino también las raíces de la bochornosa política oficial del Frente Amplio y de Mujica hacia las Fuerzas Armadas y su impunidad, frente a las cuales Zabalza recuerda como

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