Taqi Onqoy

Este movimiento surgió en Ayacucho en 1560 en la ciudad de Huamanga después de la conquista de los españoles. Este grupo estaba conformado por sacerdotes y chamanes quienes rendían culto a los dioses andinos tradicionales. Los integrantes de esta secta bailaban de forma incontrolable hasta el punto de caerse al suelo. Esta resistencia nació con el objetivo de enfrentar al Dios cristiano y expulsar a los españoles de la ciudad. Los líderes de este movimiento anunciaban que habían hecho una alianza con los antiguos dioses andinos quienes desatarían enfermedades y catástrofes naturales contra los invasores. De esta manera, nacería un nuevo mundo andino libre de enfermedades, pobreza y libre opresores.

En respuesta, la iglesia emprendió una campaña para erradicar cualquier manifestación religiosa de los indios, antes que lleguen a consolidarse y puedan expandirse. A través de la extirpación de idolatrías los líderes religiosos visitaban los pueblos para averiguar sus costumbres, para luego regresar y destruir de forma pública los símbolos y objetos de adoración en la plaza de cada aldea. Ante esta situación, algunos indígenas escondían sus ídolos y objetos religiosos en lugares apartados del pueblo e incluso en las mismas iglesias. De esta forma seguían practicando su idolatría mesclando con el cristianismo. Con el transcurrir de los años el cristianismo termino imponiéndose y se convirtió sustancialmente en parte de la cultura andina. Esto dio como resultado de la fusión del cristianismo con algunos símbolos indígenas en las celebraciones de las fiestas del Corpus Christi, el Qoyllur Ritti, o el culto mariano.

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