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Toltequidad


Enviado por   •  12 de Agosto de 2011  •  577 Palabras (3 Páginas)  •  587 Visitas

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Toltequidad es el mensaje de Ketsalkoatl al ser humano, ejemplificado en la vida de Se Akatl Topiltsin y demás mensajeros de la Conciencia Suprema. Dicho mensaje se centra en Anawak, pero tiene una vocación universal:

Porque es tu casa, Dador de Vida, porque aquí imperas tú, Nuestro Padre, en Anahuac se ha escuchado un canto en tu honor y por doquier se derrama. (Cantares de los Señores)

Ese mensaje se basa en una serie de principios éticos, ideológicos, teológicos y energéticos.

Los principios éticos

1. Tener amistad con lo divino (Teosentlasotla)

Tengan gran cuidado de buscar la amistad de Aquel que está en todas partes y es invisible e impalpable (Tloke Nawake Yowalli E’ekatl). Ofrézcanle todo el corazón y el cuerpo.

2. Tener paz con el prójimo (Kateikniu’tlani)

Mantengan la paz con todos, por nada del mundo humillen a otra persona. Dejen que la gente hable lo que quiera, y ustedes, mantengan silencio.

3. No perder el tiempo (Amo Keketsa)

No pierdan el tiempo que nos ha sido otorgado en este mundo, ni de día ni noche, porque el tiempo es sumamente necesario.

Los principios ideológicos

1. Fundamentar nuestros juicios y creencias sobre la experiencia propia

De este modo os convertiréis en toltecas: si adquirís hábito y costumbre de consultarlo todo con vuestro propio corazón… Todo hombre que se atenga a su propio bien allegará para sí la Excelencia y conquistará la Vida.

2. El equilibrio dinámico (Kinam)

Ipam inin kinametin nemia. Wetla paloliskatka matimowetsi ipampa - Por entonces vivían en esta tierra los seres equilibrados. Y su saludo era: que no te caigas sobre la tierra.

3. El autocultivo

El tolteca es sabio, es una lumbre, una antorcha que no ahuma. Nunca pasa por encima de las cosas: se detiene, reflexiona, observa. El verdadero tolteca, es abundante, múltiple, inquieto; a sí mismo se adiestra, dialogando con su propio corazón y encontrando respuestas en su interior.

4. El merecimiento

Así es, en verdad: por su merecimiento, él inventó a los hombres y nos hizo seres humanos. Así, llegó a ser Ketsalkoatl.

No es por la existencia colectiva por lo que Nuestro Señor nos conserva sobre la tierra. ¡Que lleguemos a vivir por mi mérito y por el tuyo!

5. La libertad

He aquí mi agua purificadora. Te estoy liberando de la tierra, de la oscuridad, de lo sucio y lo mortal. Te estoy desatando de la condición

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