Adolfo Ruiz Cortinez

Al empezar la campaña presidencial de Adolfo Ruiz Cortines, se observaron grandes diferencias con el presidente saliente, Miguel Alemán Valdés. En su discurso inaugural, hizo notorio este problema señalando en varias ocasiones el antiguo presidente. En su gabinete, Ruiz Cortines se deshizo de los universitarios y lo formó de personas con más experiencia, sin embargo, no de tanta edad como él mismo. Fue el primer presidente en tener más de 60 años. Desde un principio demostró que estaba totalmente en contra de cualquier acto de corrupción o deshonestidad, al declarar públicamente todos sus bienes y obligando a todos los demás servidores públicos a hacer lo mismo. No aceptaba regalos de sus nuevos “amigos” y fue claro al decir que con su sueldo le bastaba. Acabó con el monopolio de la distribución petrolera y la de transportes de un plumazo. A principios de su sexenio presidencial, había una inmensidad de problemas que se tenían que enfrentar: el 42 por ciento de los mexicanos eran analfabetos, diecinueve millones de campesinos vivían al margen del progreso, el 60 por ciento de la población percibía apenas la quinta parte del ingreso nacional, en los últimos diez años la población había aumentado en seis millones de personas. En 1925, Ruiz Cortines formo parte del naciente Departamento de Estadística Nacional, donde fue alumno de Daniel Cosio Villegas. Comenzó su carrera política a los 45 años, subiendo puestos rápidamente, y ganándose la fama de uno de los servidores públicos más solventes del país. Como gobernador de Veracruz, homologo las acciones del presidente en turno Manuel Ávila Camacho, buscando la “unidad veracruzana”. Desde sus inicios se caracterizaba por su sencillez y humildad en un ámbito público donde el despilfarro y la honestidad eran cosa muy común. Ruiz Cortines veía su trabajo como presidente más bien como un rol de administrador: “poner orden, cuantificar necesidades, establecer prioridades, delegar en personas competentes, llevar seguimiento del proceso, verificar resultados.” Se describía solamente como un servidor de la nación. En Semana Santa de 1954, se devaluó el peso de 8.50 a 12.50. En cuanto al campo, se concentró en la producción eficiente de alimentos básicos, intensifico selectivamente los programas de irrigación y repartición de tierras. En términos de educación, cambio el sistema de colocarlas específicamente a lado de las carreteras para mostrar el “progreso’ del país, y comenzó a construir nuevas escuelas en pequeños y grandes poblados. Otros de sus logros como presidente fue aumentar el salario real de los trabajadores, dejar el mandato sin tener deuda externa, el financiamiento de obras petroleras, la creación de juntas de mejoramiento cívico y moral en todo el país (un programa que ya había implementado en su natal Veracruz), la creación del Instituto Mexicano de la Vivienda y el fomento al ahorro nacional desde la niñez. Es grandemente

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