Autoreflexion_U1
jaredennisse5 de Septiembre de 2014
540 Palabras (3 Páginas)236 Visitas
La Revolución Mexicana de 1910 comenzó a gestarse desde mucho tiempo atrás. Recordarás que Porfirio Díaz gobernó el país durante más de tres décadas, justamente cuando México se caracterizaba por ser una economía predominantemente agrícola con muy poco desarrollo industrial (economía heredada de la Colonia), una población que apenas rebasaba los 15 millones de habitantes –casi todos establecidos en el medio rural– y una población urbana muy reducida y centralizada. La economía en aquel tiempo se fundamentó en un modelo de acumulación y de producción bastante parecido al feudal. En este contexto, las grandes extensiones territoriales eran propiedad de un solo hombre o de una familia (hacendados), y se les conocía como latifundios. Díaz emprende una campaña para industrializar al país, pero con la lógica de hacerlo por la vía de la importación de capitales y bienes de capital extranjeros. De esa manera se originó otra distinción social: las clases sociales no sólo se clasificaban en urbano/rural o rico/pobre, sino que ahora, además, era extranjero/nacional.
En política, Díaz se fue haciendo un hombre mayor y, con él, su gabinete. No existían prácticamente las condiciones para que hombres más jóvenes y –quizá– mejor preparados pudieran acceder al círculo íntimo de colaboradores del presidente. Díaz había accedido al poder con el lema de No reelección, justamente cuando Benito Juárez pretendió reelegirse sin lograrlo, pues le sobrevino su muerte. En este contexto, el presidente estaba contrariando, de nuevo, sus propias ideas, como deja ver la entrevista que le concedió al periodista norteamericano James Creelman en marzo de 1908, donde aseguró que la sociedad mexicana estaba lista para un cambio democrático y dejó entrever sus intenciones de no volverse a reelegir. Sin embargo, incumplió sus propósitos, pues en ese mismo año buscó nuevamente la reelección.
La sociedad mexicana apenas subsistía con muchas carencias; los que gozaban de los privilegios derivados de la cercanía con el mandatario y, desde luego, los dueños de las haciendas, eran los únicos que gozaban de cierta prosperidad. Esta configuración social fue el caldo de cultivo donde se gestó el movimiento revolucionario. Hay que subrayar que en este mismo contexto surgieron acérrimos críticos a la política porfirista que contribuyeron a preparar el escenario para la salida de Díaz. En 1910 Francisco I. Madero publica el libro La sucesión presidencial en medio de la efervescencia de la erección de varios clubes anti reeleccionistas, y el 20 de noviembre proclama el Plan de San Luis Potosí, donde se da inicio oficialmente a la lucha armada. En dicho plan, Madero desconoce la última reelección de Díaz y se autoproclama presidente provisional y jefe de la revolución.
En este momento ya habían surgido numerosos brotes armados, los cuales fueron condensándose alrededor de la figura de Madero y culminaron con los Tratados de Ciudad Juárez, en mayo de 1911, donde se da fin a las escaladas militares. Díaz acepta renunciar al poder y entonces se propone a Francisco León de la Barra como presidente provisional. Madero formó el Partido Constitucional Progresista, postulándose a sí mismo como presidente, y a José María Pino Suárez como vicepresidente. Las elecciones fueron en el mes de octubre y resultaron ganadores (con el 99% de los votos) Madero y Pino Suárez, teniendo como inicio de su mandato el 6 de noviembre de 1911.
...