Bob Dylan

Resulta difícil reflexionar sobre la figura de Bob Dylan: músico, crítico, poeta, estudioso e intelectual, en ocasiones político o en otras un sencillo relator de historias. Clasificar las distintas facetas de este personaje o de una persona común puede comprender muchas aristas que incluso no lleguemos a conocer de nosotros mismos pero, ¿por qué este artista fue tan relevante? Probablemente por su tremenda e inigualable genialidad y por un importante factor de suerte.

Puede que esto último suene una brutalidad, pero la fortuna puede ser suya o nuestra de haber presenciado su obra. En parte creo que no es tan descabellado, figuras de alto impacto son mínimas y tienen un punto en común: estar en el lugar y momento correcto. No direction home, documental dirigido por Martin Scorsese evidencia esto y lo profundiza, un joven autodidacta de origen más bien rural que hizo de toda su influencia musical el canto más influyente de la década de los sesenta en el país norteamericano, historia conocida.

Simple casualidad o no, resulto que el entusiasmo de este joven lo llevó a tener múltiples experiencias dentro y fuera del país, con el fin de reconocer el exterior o lo que él mismo podía llegar a ser, algo que probablemente pocos optamos hacer con tal nivel de reflexión. Nutrió todo su conocimiento de dichas experiencias y con una voz sin destacar en demasía articuló todo lo que quiso (y todos querían) decir de manera particular, coherente y poética, tal y como él clasificó lo hecho por Woody Guthrie.

Fue un testigo de los hechos más agitados en la historia de Estados Unidos y probablemente quien más se destacó en la manera de hacer protesta al respecto. Ahora bien, pueden creer que el azar existe o no, que existe un límite al talento o la influencia de una importante voz de cambio, lo relevante está guardado en la música popular de Estados Unidos y a pesar de cualquier etiqueta que buscó barrer su genialidad, a él no le importa. Su sencilla reflexión al respecto es: “...Ha pasado como otras cosas pasan”.

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