CATILAGO HIALINO

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE 3

Taller III de estados emocionales

1) ¿Qué papel desempeña la ira, el enojo, la irritación, odio y resentimiento en la vida del ser humano?

2) ¿Qué papel juega en la realidad social que estamos viviendo cada uno de estos estados?

3) ¿Qué papel juega en nuestra vida familiar cada una de estas emociones?

4) ¿Qué compromiso social se presenta laboralmente con cada una de estas emociones?

Diga 3 formas de transformar cada uno de estos estados.

LOS ESTADOS EMOCIONALES EN NUESTRA VIDA

Por: ALEXANDER ANTONIO RODRÍGUEZ VALENCIA

La ira, el enojo y el odio son las emociones que más afectan a las personas en nuestra sociedad, las cuales se generan por múltiples factores, especialmente ligadas a las relaciones de familia y de pareja. No sólo deterioran la paz interior sino que fomentan espacios de violencia, en un país que durante los últimos sesenta años de vida republicana ha sido la constante característica.

No sólo se trata de un fenómeno cada vez más creciente, sino de las circunstancias que las propician, y en ese sentido, las relaciones humanas juegan un papel determinante, pues con el tiempo se ha ido perdiendo el valor de los valores y, en esa medida, hoy estamos en una crisis de valores que se refleja en la pérdida del respeto, la tolerancia, la solidaridad y el amor, entre otros.

Viene a mi mente el recuerdo de mi infancia cuando mi padre me ensañaba que el valor de un hombre se medía por su palabra, en cumplir todo aquello que se prometía o adquiría en compromiso. Y hago mención a esto, porque en lo personal considero que la palabra vale mucho, pero la experiencia me ha enseñado que ya no se puede confiar en nadie, que todos juegan al engaño.

Ese escenario me produce una gran tristeza, porque no crecí en ese ambiente, al contrario, todo lo que se prometía con la boca se cumplía. Hacía años, para garantizar una deuda, sólo era suficiente la palabra; hoy se debe recurrir a una hipoteca, prenda o fianza, porque de lo contrario el acreedor pierde su dinero. Esto pasa con mucha frecuencia en las relaciones de familia.

En la familia, por ejemplo, hay una notoria inversión de valores, pues ya no hay amor, respeto y tolerancia con el otro, la fidelidad se ha convertido en un asunto de antaño, por lo que cada uno de los miembros de la pareja sigue conservando su mismo nivel de vida a cuando eran solteros; y entonces me pregunto ¿dónde está el compromiso que adquirieron en un altar, colocando a Dios como testigo?

Por

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