Celebaración

Es la noche del 15 de Septiembre, me encuentro en Tlaltizapán, Mor. a punto de celebrar una de las mayores fiestas patrias; la independencia de México que justo este año cumple 202 años de su proclamación. El ambiente tanto aquí como en el DF es de fiesta, de alegría, inclusive se puede decir que es uno de los días que los mexicanos esperamos ansiosos; tal vez tanto o más que muchas otras fechas.

En las banquetas frente a muchas casas se puede percibir el olor a comida que es uno de los personajes principales durante estos días; el olor a pozole, cochinita, tinga, pata, elotes, etc. inunda las calles y cautiva a muchos ansiosos con probarlas durante la noche mientras escuchan el tronar de los cohetes o vislumbran la colorida y bella pirotecnia que terminar por vestir de gala este día después de las campanadas y la proclamación del ya tan famoso “¡Viva México!”. Toda esta parafernalia, no puede ser posible sin un poco (o en realidad un mucho) de historia; así que, comencemos una antesala, para describir y dar motivo a tan grande celebración.

Hace 202 años, ante un México cansado, rodeado de clases sociales y elitismos entre castas, mestizos, indígenas, mulatos y todo aquello que para los españoles eran “subtipos” se fueron creando conspiraciones, las cuales siempre eran descubiertas, hasta el día en que se creó la conspiración que tomo lugar en Querétaro en casa de la corregidora Doña Josefa Ortiz de Domínguez; estas juntas eran conformadas por Miguel Hidalgo, Doña Josefa y los capitanes Ignacio Allende, Juan Aldama, Arias y Miguel Domínguez. Pasado un tiempo de estas reuniones fueron traicionados por el capitán Arias, dando a conocer la fecha original en la que se iba a llevar a cabo el movimiento, por lo cual se tuvo que llevar a cabo el movimiento inmediato la madrugada del 16 de Septiembre de 1810, en la cual el cura Miguel Hidalgo reunió al pueblo con ayuda de estandarte en el cual figuraba la virgen de Guadalupe y los invito a rebelarse en contra de la corona española.

El movimiento inició esa madrugada en Dolores, avanzaros sobre los pueblos y los campos de la zona del bajío, posteriormente tomaron Valladolid para inmediatamente dirigirse a la Ciudad de México, sin embargo decidieron que era muy pronto para entrar a la capital, fueron hacía el norte, pero lamentablemente fueron aprisionados y fusilados en Chihuahua.

El 28 de septiembre de 1820 la Junta Provisional Gubernativa realizó su primera sesión en el salón de acuerdos del recién nombrado Palacio Imperial. Los treinta y ocho miembros se dirigieron a la Catedral para jurar el Plan de Iguala y los Tratados de Córdoba. A las nueve de la noche se llevó a cabo la firma del Acta de Independencia del Imperio Mexicano. La Junta eligió cinco miembros para formar una Regencia, en la cual recayó el Poder Ejecutivo: Agustín de Iturbide como presidente y como vocales Manuel de la Bárcena, José Isidro Yáñez, Manuel Velázquez de León, y Juan de O'Donojú, pero este último murió de pleuresía el 8 de octubre, por lo cual fue sustituido por el obispo de Puebla Antonio Joaquín Pérez.

Gracias a toda esta lucha es por la cual este día, bien, ahora, pasemos a las celebraciones actuales, a lo que en este día se realiza.

Aquí en Tlaltizapán la gente toca las cornetas por todas la calles, los niños tronando cuetes empiezan desde la mañana y la gente se prepara para ir al centro y gritar el “Viva México” frente al balcón del palacio municipal, las calles están vestidas de banderillas de color metálico verde, blanco y rojo, y no faltan los mil y un puestos rodeando el centro.

Aquí en donde estoy en casa de mi tío se hará una fiesta; siento que tal vez no tanto por el día en sí, sino mas bien porque la mayoría de la gente en México tomamos este día como pretexto para “echar parranda”. La música empieza a salir de las bocinas y no

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