Columna de opinión

Columna de opinión

Durante años ha sido criticada la situación laboral de obreros y trabajadores, pero, ¿Cómo se vive esta situación a ojos de del pueblo?

No neguemos la naturaleza humana.

No nos hagamos los incomprendidos, se sabe que en los últimos tiempos, trabajadores, obreros salitreros mejor dicho,  han sido influenciados con ideas marxistas, produciendo revueltas y huelgas, exigiendo “derechos” ¡Pero que hipocresía más grande, Dios mío! ¿Qué más derechos quieren? Si en las oficinas salitreras se les da de todo, vivienda, trabajo, educación y alimentos. ¿Y sus obligaciones? Esa manga borrachos que tras terminar el horario laboral se les ve paseando entre tabernas y prostíbulos, de esos que abundan en las calles de Pampa Unión, y entonces vienen reclamando que sus sueldos no alcanzan, pero bien que alcanza para andar con prostitutas. Que lo ganado sea lo merecido.

Fin al humano individualista.

         Es indispensable el labor del obrero. La mano más humilde es la del trabajador que realiza las acciones más ingratas, pero necesarias ¿Qué harían  los  ricos sin los recolectores de basura, sin el obrero de la  mina y de la fábrica? Se es necesario y por eso se merece un mejor trato. Y no son beneficios de lo que hablo, sino derechos. Un horario digno y salario de acuerdo a lo entregado, una remuneración es necesaria. No decimos que todos somos iguales, está claro que no, pero somos seres humanos y ni el respeto por eso nos tienen. ¿Y el Gobierno? Es un aprovechador más, desde siempre ha sido el mismo que también contrata y maltrata, son los mismos quienes se encuentran a la cabecera del país y de las empresas. El pueblo ahora se alza, con voz de gigante gritando adelante. Y si Ibáñez con su nuevo periodo no quiere escuchar tendrá que solucionar los problemas de millones.

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