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El Gnosticismo.


Enviado por   •  21 de Mayo de 2014  •  3.077 Palabras (13 Páginas)  •  287 Visitas

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El Gnosticismo.

Cátedra: Geografía Histórica

Profesor: Danny Ahumada Vargas

Segundo Semestre 2011

Universidad Autónoma de Chile sede Talca

Apolonio de Tiana, la Escuela Neopitagórica y la Escuela Neoplatónica.

En Alejandría floreció la escuela Neopitagórica. Su principal exponente fue Apolonio de Tiana. Apolonio nació en Tiana, Capadocia, alrededor del año 16. Desde niño exhibió excepcionales poderes mentales siendo enviado luego a Tarso para perfeccionarse. Habiendo superado a sus maestros se fue a Aegae donde se reunió con los sacerdotes del templo de Asclepio, realizando numerosos milagros de curación. Introducido a las doctrinas pitagóricas practico su voto de silencio por cinco años viajando luego a Antioquía donde enseñó en el Templo de Apolo. Realizó extensos viajes por Babilonia, India, Grecia y Roma. Habría llegado a los Himalayas, donde fue recibido como alguien largamente esperado. Apolonio describió a los místicos hindúes así: He visto los Brahmines Indios que viven en la tierra y no sobre la tierra; en una ciudadela, sin fortificaciones, sin propiedades, y sin embargo en posesión de todas las cosas.

Filóstrato, su biógrafo, lo describe como un taumaturgo, dotado de poderes extraordinarios. En India curó a un paralítico, en Grecia descendió al antro de Trofonio, en Roma resucitó a una joven. Entendía todas las lenguas, incluso el lenguaje de los animales.

Ejerció considerable influencia sobre el Imperio Romano a través de cinco de sus emperadores: Nerón, Vespasiano, Tito, Domiciano y Nerva. Cuando Nerón decretó la prohibición a los filósofos para permanecer en Roma, fue llevado a juicio. Habiéndose preparado un largo escrito con acusaciones, fue llevado al tribunal. Al abrirse el rollo para su lectura las palabras desaparecieron súbitamente, por lo que el tribunal decretó su libertad por falta de cargos.

Podemos apreciar la grandeza de Apolonio a través de una carta suya dirigida al cónsul Valerio con motivo de la pérdida de su hijo: “No hay muerte de nadie, sino sólo en apariencia, así como no hay nacimiento de ninguno, salvo en lo exterior. El cambio de ser a devenir parece ser nacimiento. El cambio de devenir a ser, parece ser muerte, más en realidad ninguno realmente nace, así como ninguno realmente muere. Es simplemente el hacerse visible y luego invisible; la primera por la densidad de la materia, y la última por la sutileza del Ser, Ser que es siempre el mismo, siendo su único cambio el movimiento y el reposo.”

Con el paso del tiempo el Neopitagorismo fue en parte absorbido en las enseñanzas de la escuela Neoplatónica. Buena parte de las escuelas filosóficas de Grecia y Roma reconocieron a Pitágoras como el más grande de los sabios de la antigüedad. Aún Platón pagó buena parte de su fortuna por los fragmentos que sobrevivieron a la destrucción de la Academia Pitagórica de Crotona. Es también significativo que Pitágoras fue iniciado en los Misterios de Egipto, siendo especialmente favorecido por los sacerdotes de Memfis. Después de larga espera fue recibido en los santuarios de Heliópolis, permaneciendo en Egipto por cerca de 25 años.

Neoplatonismo

Si bien Atenas fue el centro de la filosofía Platónica, ha quedado para Alejandría la restauración de la gloria de la Academia original. Proclo, si bien ateniense, fue educado en Alejandría, siendo recordado como autor de “Sobre la Teología de Platón”.

En este trabajo Proclo analiza los fundamentos de la filosofía y el misticismo platónico. La Escuela de Atenas fue un centro del Neoplatonismo hasta que el edicto de Justiniano del 529 clausuró las escuelas de la antiguedad clásica.

Haciendo referencia a las doctrinas Neoplatónicas, Plotino dice en sus Enéadas: “Esta doctrina no es nueva; ha sido profesada desde los tiempos más antiguos, si bien sin haber sido desarrollada explícitamente; nosotros solo queremos ser intérpretes de los antiguos sabios, y mostrar por la evidencia de Platón mismo que ellos tenían las mismas convicciones que nosotros.”

Las fechas referentes a la vida de Plotino son inciertas, se cree que nació en el 205 y vivió alrededor de 65 años. Nació en Licópolis, Egipto, trasladándose a Alejandría a los 27 años, donde asistió a las charlas de Ammonio Saccas. En el 244 se establece en Roma, donde abre su escuela. Fue amigo personal del emperador Galieno, sugiriéndole que debía construir una ciudad, Platonópolis, en un lugar desierto de Campania, de acuerdo con las doctrinas de Platón, en donde los filósofos pudieran vivir en paz y ser así un noble ejemplo para el resto de la humanidad, proyecto que debió ser abandonado por presiones políticas.

Plotino decía de sí mismo: “Muchas veces me despierto escapándome de mi cuerpo, extraño a toda otra cosa, en la intimidad de mí mismo, veo una belleza maravillosa. Yo estoy convencido de que tengo un destino superior; mi actividad es el grado más alto de la vida; yo estoy unido al ser divino, y me fijo en él por encima de los demás seres inteligibles”.

Su austeridad de costumbres, su elocuencia, la profundidad de sus vivencias, le merecieron la más alta estima de sus discípulos y de los romanos que acudieron a él para orientar su conciencia.

Su discípulo Porfirio ordenó sus lecciones en nueve tratados conocidos como Enéadas. Él también atestigua que Plotino llegó al éxtasis en cuatro ocasiones. Eustoquio, también discípulo suyo recogió sus últimas palabras: “Te estaba esperando, antes de que lo que hay en mí de divino parta para unirse a lo que hay de divino en el Universo.

E. Vacherot afirma: “Alejandría, en los tiempos en que Ammonio Saccas comenzó a enseñar, se convirtió en el santuario de la sabiduría universal. El refugio de la antigua tradición de Oriente, fue al mismo tiempo lugar de nacimiento de nuevas doctrinas. Fue en Alejandría donde la escuela de Filón representó al Judaísmo Helenizado; fue allí donde la Gnosis sintetizó todas las tradiciones de Siria, Caldea, Persia, aunando el Judaísmo con la Cristiandad y aún con la Filosofía Griega.

Una renovada vida fluía en las venas de todas estas escuelas y vitalizaba sus discusiones. Filón, Basílides, Valentino, Clemente y Orígenes, dieron nuevas aperturas al conocimiento, y se adentraron en algunos de los misterios, siguiendo así la senda de los grandes filósofos griegos.

El lugar de Plotino en la tradición esotérica queda marcado por su descendencia de la filosofía

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