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Helogio A La Dificvultad


Enviado por   •  3 de Septiembre de 2014  •  702 Palabras (3 Páginas)  •  236 Visitas

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ELOGIO A LA DIFICULTAD

En el elogio a la dificultad, Estanislao Zuleta trata de buscar la solución a todos los problemas que tenemos los seres humanos y darles una oportunidad de encontrar la felicidad y que no tengan miedo a tropezar pues con cada tropiezo uno se vuelve más fuerte y podemos alcanzar el éxito. Además nos presenta una serie de argumentos enfocados a formar una visión crítica acerca del pensamiento facilista y erróneo al que todos los seres humanos estamos atados, llenos de ilusiones comunes, que al fin y al cabo, a la hora de ver y ser partícipes realidad que vivimos, llena de guerra, irrespeto, odio, e intolerancia, nos hacen dignos merecedores del título de culpables y facilistas.

Los seres humanos no somos más obvios en nuestra condición de seres imperfectos y llenos de errores, como en el momento en que empezamos a soñar y a fantasear con nuestra felicidad; pensamos en las mil y una soluciones que podrían tener nuestros problemas con un paraíso en el que las cosas descienden del cielo y solo nos dedicamos a hacer absolutamente nada.

Una de las primeras reflexiones a las que nos lleva este capítulo por llamarlo de alguna manera es el título, porque nosotros todo el tiempo le hacemos elogios a las dificultades, cuantas veces al despertarnos vemos el día difícil, ahora no hemos iniciado algo y ya no lo queremos enfrentar si lo miramos por el lado de cálculo a veces ni siquiera miramos los ejercicios porque en nuestra mente son imposibles de resolver.

Te has preguntado ¿En cuantas áreas de nuestra vida nos suele pasar ese tipo de cosas.?

En muchas ,pero esta lectura nos enseña que las cosas fáciles no son buenas, que sino luchamos por lo que queremos tener o ser por más que soñemos nunca lo lograremos hacerlo realidad.

Al parecer todo empezó por una conferencia que el Doctor Estanislao Zuleta presento en una universidad, y él hablaba que nosotros somos muy buenos imaginando fantasías o felicidad como él lo llama, pero ¿Quien no ha inventado paraísos y ha comprado yates y se ha ganado la lotería? Muchos, pero cuantos han hecho realidad esas fantasías, si en el momento que se abren los ojos se nos hace imposible y además difícil, es entonces en ese momento que nuestra mente empieza a ver una vida facilista, sin riesgos de nada, sin lucha, un claro ejemplo de esto puede ser las pirámides para no ir muy lejos, cuantas personas somos factibles y queremos las cosas regaladas y más si es dinero. El doctor lo llama más claramente metas afortunadamente inalcanzables, paraísos, yates y loterías inexistentes.

Pero tener fantasías no es malo, él dice que es el modelo de nuestros propósitos y de nuestros anhelos en la vida presente, nuestro problema no consiste en que ¬¬¬¬-podemos nosotros conquistar, si no en como lograremos alcanzar esas metas que nos proponemos.

Deseamos mal, porque tenemos una noción errónea de lo que significa la felicidad, deseamos mal porque somos egoístas pro naturaleza, somos egoístas hasta con nuestras propias capacidades, solo pensamos en un estado vegetativo en el que complazcamos nuestros deseos superficiales y asesinemos nuestra inteligencia y dejemos que nuestro alrededor (en un estado de podredumbre considerable) siga decayendo; pero es ahí, en ese preciso instante, en el que dejamos de fantasear, es ahí cuando notamos que somos seres miserablemente condenados a nuestra realidad, somos esclavos de la intolerancia y el irrespeto.

Irrespeto que se resume en considerar a quienes comparten el planeta con nosotros seres inferiores, irrespeto que hace que nos definamos como personas capaces de denominar a quienes nos rodean como los culpables de lo que sucede, un irrespeto tan denso, que llegamos a considerarlo un bien de la humanidad, convirtiéndose así el respeto en un valor que se extingue poco a poco, y que solo tendría lugar en una cultura universal en donde existiera el amor y la tolerancia a los ideales de las demás personas. Y es aquí donde cito nuevamente a Estanislao: “…No se quiere saber nada del respeto, ni de la reciprocidad, ni de la vigencia de normas universales. Estos valores aparecen más bien como males menores propios de un resignado escepticismo, como signos de que se ha abdicado a las más caras esperanzas…

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