Josefa Ortiz de Domínguez y Miguel Domínguez

Josefa Ortiz de Domínguez

(Entra el personaje mirando fijamente a la cámara)

-Mi nombre es Josefa Ortiz de Domínguez, nací un 8 de septiembre de 1978, hoy conocido como Morelia. (comienza a caminar)

-Me llaman Heroína Nacional, incluso mi nombre está escrito en letras de oro en el monumento a la independencia del país en el cual nací y el cual amé, yo no pedí estos elogios ni ser reconocida, todo lo que hice lo hice por amor a mi patria y odio a la desigualdad que había en ella.

(toca con ambas manos su pecho y agacha su cabeza en señal de tristeza por recordar lo acontecido)

-En 1971 me casé con Miguel Domínguez corregidor de Querétaro, desde ese momento el sentido de carga en mis hombros por comenzar a hacer algo por mi país fue en aumento.

(observa fuerte y fijamente a la cámara en sensación de poder y liderazgo)

-Cansada de las injusticias y desigualdades de mi país me mantuve a favor de un grupo conspirador el cual tenía en mente levantarse en armas en contra del gobierno español que nos dominaba. (se queda un momento en silencio y continua…)

-Nadie merece vivir en esclavitud, la libertad es un base fundamental de una buena vida, la equidad y la igualdad son importantes para una sociedad en paz, tristemente mi México no formaba parte de una buena sociedad, sufrimos más de lo que cuentan los libros sin embargo sabía que todo eso se tenía que acabar y no solamente por mi si no por todos ustedes.

-Los planes no salieron como lo planeábamos, fuimos descubiertos el ejército español quienes ya estaban prevenidos de lo que iba a acontecer, por lo que fui encarcelada, nada de esto me detuvo y con una señal poco común con mis tacones logró advertir a nuestros también héroes de lo que se venía.

-Mi padre falleció en guerra, mi madre fue asesinada, desde pequeña sólo tenía en mente una cosa, ¡justicia! Yo era criolla me identifiqué tanto con mi pueblo cómo para estar a favor de la libertad, harta de malos tratos luché por la  libertad que hoy tienes, no fui la única, pero me alegra no haberlo sido eso significaba que yo no era la única que tenía hambre de justicia e igualdad.

-El 2 de marzo de 1829 recordarán mi muerte, aunque la muerte fue precisamente a lo que menos le tuve miedo, quizá no morí en combate, pero no me hubiese molestado, al final siempre me prometí a mi misma luchar por mis ideales sabiendo que lo que yo hiciera en este momento iba a tener repercusiones durante muchos años. (camina lentamente hasta desaparecer de la cámara)

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