LA MADREMONTE
ferneypuertoEnsayo31 de Marzo de 2016
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LA MADREMONTE
Es la deidad tutelar de los montes y las selvas antioqueñas del viejo Caldas. Según los campesinos la Madremonte rige los vientos, las lluvias y todo el mundo vegetal; también la llaman madre selva. Aun cuando no tiene una representación material definida los campesinos describen a la Madremonte en diferentes formas: a veces aparece como una mejer musgosa y putrefacta, enraizada en los pantanos, que vive en el nacimiento de los riachuelos y cerca de grandes piedras. Generalmente se encuentra en zonas de marañas y maniguas, con árboles frondosos y en regiones selváticas. Algunos la describen con ojos brotados y en llamas, colmillos grandes como los saínos, con manos largas y una expresión de furia. Va siempre vestida de chamizos, bejucos, musgo verde y con un sobrero alón cubierto de hojas y plumas verdes; con el cabellos cubiertos de lianas y musgos que no le dejan ver el rostro; con un sombrero de ramas que le oculta la cara. A veces se asoman en los rastrojos convertida en una tupida zarza en movimiento que observa con rabia a los humanos que pasan por la selva o los montes; otras veces aparece como un ser, mitad mujer y mitad monte, como de paja; o también, como una anciana vestida de hojas, con cara color ceniza, ojos desorbitados y rojos, y las manos en puro hueso.
Valores éticos del mito:
- Respeto por la naturaleza.
- Consideración por el medio ambiente en que vivimos.
- Respeto a la vida de los animales, plantas, y todo aquello que conforma el planeta.
- Valorar y admirar la belleza de la naturaleza.
Moraleja:
Cuidar y conservar la naturaleza puesto que hace parte del mundo en que vivimos, y vivirán muchas generaciones más, debemos respetarla y no abusar de ella porque cuando contaminamos los ríos, talamos árboles, desperdiciamos el agua, la madre tierra se desquita con grandes tempestades, vientos, inundaciones, borrascas y sequias, que acaban con los sembrados, las cosechas y los animales. Y muchas más consecuencias producto del mal trato que le estamos dando a la naturaleza.
EL MITO DEL PÍPILA
La ética consiste en un conjunto de prohibiciones. Puede compararse la ética con el instructivo de funcionamiento de un auto. Cuando se compra un coche nuevo, el vendedor nos entrega un manual con indicaciones para su buen uso. Se nos indica, por ejemplo, que no debemos correrlo a más de 80 km/hr durante los primeros 1,000 kilómetros. Se trata, evidentemente, de una prohibición. El dueño puede molestarse con el vendedor y decirle: “A mí nadie me dice qué debo hacer con mis cosas, yo hago con mi coche lo que quiero”. Pero en tal caso, el auto se estropeará en poco tiempo.
La ética -y por tanto la ética de los negocios- es una guideline para el óptimo uso de la naturaleza humana. Sólo comportándonos éticamente podremos explotar todas las capacidades de la naturaleza humana. Equivocadamente se piensa que el comportamiento irracional, es decir el comportamiento no-ético, realiza al ser humano. Falso. La ética no es una lápida que aplasta la personalidad, como la piedra que cargaba el mexicanísimo Pípila. La ética es una plataforma para desarrollar la personalidad, es un trampolín para un desarrollo pleno.
Suele identificarse la ética con los códigos prohibitivos. Ésta es una visión reductiva y patológica de la ética. Ciertamente, los códigos éticos prohíben algunos comportamientos -por anti-naturales- pero al lado de esas prohibiciones, la ética promueve una multitud de comportamientos positivos. Por ello algunos autores, como Alasdair McIntyre, prefieren hablar de ética de virtudes, más que de ética de reglas. En ética de los negocios se nos puede prohibir dar cierto tipo de regalos, pero junto a esa prohibición existe una dimensión positiva: sé justo. Y la justicia se puede vivir de muchas maneras: vendiendo automóviles, cobrando por reciclar basura, fabricando insecticidas, elaborando softwares, capacitando secretarias… Las virtudes son un abanico inabarcable de posibilidades. Para los griegos, la ética era el arte de lograr la felicidad de acuerdo a la propia naturaleza, y la naturaleza humana es multiforme.
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