ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La Cdescristianizacion


Enviado por   •  20 de Noviembre de 2013  •  1.422 Palabras (6 Páginas)  •  357 Visitas

Página 1 de 6

Descristianización de Francia durante la Revolución

La descristianización es una descripción convencional del resultado práctico de una serie de políticas conducidas por varios gobiernos franceses desde el inicio de la revolución de 1789 hasta el Concordato de 1801. Estas políticas formarían la base del posterior y menos radical movimiento laico.

El objetivo de la campaña era la destrucción de la práctica de la religión católica.

La Iglesia bajo el Antiguo Régimen:

En el siglo XVIII el noventa y cinco ciento de la población francesa era adepto a la Iglesia católica. Del resto la mayoría eran hugonotes protestantes. Aunque estos eran una minoría muy exigua ocupaban ciertos puestos en los gobiernos locales. Además existía una pequeña población judía (40.000 seguidores), así como un muy pequeño número de musulmanes en una población total que rondaba los 27 millones de personas. Durante el Antiguo Régimen la autoridad del clero se había encontrado garantizada por su pertenencia al primer Estado. Las órdenes religiosas vinculadas a la Iglesia Católica era una las principales terratenientes del país y esta institución obtenía enormes beneficios a través del cobro de diezmos a sus siervos. Además la Iglesia católica tenía una hegemonía social y cultural indiscutible, puesto que era la encargada de registrar nacimientos, defunciones y matrimonios, además de ser la única institución que proveía educación primaria y secundaria, asistencia sanitaria en sus hospitales.

Nuevas políticas revolucionarias:

El programa de descristianización llevado a cabo contra el catolicismo, y eventualmente contra todas las formas religiosas cristianas incluía:

• La confiscación de las tierras de la Iglesia que servirían como garantía seguridad para la nueva moneda revolucionaria, el asignado.

• Remoción de estatuas, altares y cualquier clase de iconografía de los lugares de culto.

• Destrucción de cruces, campanas y otros signos externos de culto.

• Institución de un credo revolucionario y cívico que incluía el Culto a la Razón y el subsiguiente Culto al Ser Supremo.

• La promulgación de una ley el 21 de octubre de 1793 condenando a muerte a todos los sacerdotes que no prestasen juramento de fidelidad al régimen.

Revolución e Iglesia:

En agosto de 1789 el estado canceló el poder de la Iglesia para imponer impuestos. El tema de la propiedad religiosa de la tierra resultaría clave en las políticas del nuevo gobierno revolucionario. Se declaró que todas las tierras de la Iglesia en Francia pertenecían a la nación y debían ser confiscadas y subastadas. La Asamblea Nacional Constituyente publicó en julio de 1790 la Constitución Civil del Clero, que despojaba a los sacerdotes de sus derechos especiales. Los sacerdotes se convertían así en meros funcionarios estatales elegidos por su parroquia o arzobispado. El número de arzobispados fue reducido y se requirió a todos los sacerdotes y obispos jurar fidelidad al nuevo orden republicano, bajo la amenaza de destitución, deportación o guillotina.

Los sacerdotes franceses tenían que recibir además la aprobación papal para ejercer. Por esta razón Pio VI pasó casi ocho meses deliberando. El 13 de abril de 1791 el Papa rechazó esta Constitución. De ello resultó una escisión en la Iglesia Católica francesa entre aquellos sacerdotes que según Pío VI habían abjurado de su religión (al haber jurado lealtad al estado francés) y los que se mantenían fieles a Roma. Los primeros eran denominados como clero constitucional y los que habían rechazado el juramento fueron conocidos como clero refractario.

En septiembre de 1792 la Asamblea Legislativa legalizó el divorcio, que era y es contrario a la doctrina católica. Al mismo tiempo el Estado tomo el control de funciones hasta entonces encomendadas a la Iglesia como el registro de nacimientos, defunciones y matrimonios. Se expandió la idea de que la Iglesia era una fuerza contrarrevolucionaria. Esto fue la causa del estallido de violentas disputas entre los franceses.

Tras la aprobación de estas medidas por parte de la Asamblea Legislativa (sucesora de la Asamblea Nacional Constituyente) París vivió un caos de unas 48 horas. Tres obispos y más de doscientos sacerdotes fueron asesinados por la multitud enfurecida. Esto constituye parte de los sucesos que luego vinieron en llamarse Masacres de septiembre. Jean-Baptiste Carrier ordenó las ejecuciones de muchos de ellos por delitos de traición (noyades). También en Lyon Joseph Fouché y Collot d’Herbois

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (9.4 Kb)  
Leer 5 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com