La Prostitución

La Prostitución ha existido desde la antigüedad, como se puede comprobar por versión de la Biblia que narra la historia de María Magdalena, en tiempos de Cristo, siendo una profesión que era permitida de acuerdo a las costumbres sociales de la época.

Asimismo, la prostitución en el mundo antiguo se encuentra entrelazada con la religión, puesto que en varias culturas primitivas se rendía culto a determinada deidad, la cual entre las variantes, podía ser el dios del amor o del sexo y posteriormente al celebrarse las fiestas en su honor, las ofrendas que les otorgaban eran mujeres, niños o jóvenes destinados para el goce sexual de los sacerdotes, las autoridades teológicas o personas designadas para tal fin.

Este fenómeno conocido prácticamente desde que existen registros históricos de algún tipo (popularmente la prostitución es conocido como "el oficio más antiguo del mundo"), se ha transformado según la época, como los pueblos y considerando diversas ópticas, ha mantenido no obstante una imagen estigmatizada con el paso del tiempo. La llamada «prostitución religiosa» desapareció paulatinamente del mundo occidental durante el desarrollo y caída del Imperio Romano, aunque siguió practicándose en otras culturas hasta fecha reciente; no obstante, en la actualidad ha registrado un notorio repunte con la aparición de religiones alternativas que reducen los estándares morales en muchos lugares así como se muestran permisivos con las prácticas sexuales, tal como se aprecian en algunas “Sectas” en Europa occidental y Estados Unidos.

En lo que respecta a la posición de la Iglesia Católica en relación al fenómeno de la Prostitución, ha pasado por diversas etapas, puesto que en épocas antiguas la posición era de una intransigencia total hacia las prostitutas; sin embargo, en la actualidad el enfoque aplicado, enuncia que las mujeres que se encuentran en el mundo de la Prostitución, son consideradas como perras.

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