La Shiyaka

LA SHIYAKA

En Yurimaguas, una ciudad muy hermosa, grande con buena flora y fauna, diversos lugares Turísticos, existe actualmente un cementerio llamado Los Jardines Del Edén, es un lugar muy visitado, tanto por sus paisajes que hacen honor a su nombre como también por el mito lamentable y dramático sobre la historia de La Shiyaka. Cuenta la población que el creador y difunto dueño de ese cementerio tenía una hija llamada Scarlet, pero su padre y los visitantes la apodaron Mishangay, que es referencia a curiosa y hermosa. Con tan solo 9 años recién cumplidos Mishangay conocía y sabía muy bien el uso y orden del lugar, mayormente cuando su padre no estaba ella quedaba a cargo del cementerio y su cuidado. Suelen decir que era muy alegre, curiosa, obstinada y sobre todo muy juguetona y llena de energía.

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Una pequeña niña pelinegra, con unos ojos claros, muy traviesa y delgada. Tenía la costumbre de cuidar los rosales, todas las tardes regaba agua a cada rosa, ella era muy cuidadosa en ese aspecto, Su padre nos comentó que para ella las rosas eran el espíritu de su madre, la cual con tan solo 33 años habia fallecido a causas de una terrible enfermedad como el cáncer.

Un día como de costumbre el padre salió a una población cercana para arreglar asuntos de negocios, Mishangay por su parte quedaba a cargo del lugar, como era martes no habría muchas visitas y decidió regar con agua los rosales. Al ver que los baldes donde siempre su padre juntaba el agua, estaban completamente vacíos, decidió ir ella misma a llenarlos a la laguna que se encontraba pasando el callejón de nichos sobrealejada del portón principal.

Todo iba bien, le quedaba un balde por llenar pero ya cansada y con poca fuerza cayo a la laguna y ella no sabía nadar, gritó y gritó pidiendo ayuda pero nadie la socorría, los trabajadores estaban en su hora de descanso, no pudo aguantar más, luego de poco tiempo termino ahogada, después de tres horas los trabajadores llegaron al lugar y al verlo vacío decidieron buscar a Mishangay, lamentablemente se encontraron con una terrible escena, era el cuerpo de la niña boca abajo sobre la laguna sin señales de vida. De inmediato llamaron al padre devastado no pudo con la muerte de su única hija y al pasar el primer mes falleció, la noticia conmovió a la población. El negocio del cementerio paso a manos de su hermana, la tía de Mishangay.

Con el tiempo empezaron los sucesos extraños, los visitantes siempre la veían en los rosales o a veces en la laguna, debes en cuando los niños que iban describían a una niña pelinegra, delgada con unos hermosos ojos claros y linda sonrisa invitándolos a jugar en la parroquia del cementerio o a veces, los asustaba para que no arrancasen una rosa del hermoso rosal.

La población se acostumbró a estos sucesos, el negocio seguía bien, de todas maneras, Mishangay formaba parte de un lindo recuerdo ya que era muy conocida en ese lugar. La apodaron Shiyaka porque a pesar de haberse ahogado de una manera trágica sigue ayudando o buscando la manera de ayudar en lo que su padre tanto trabajo y tiempo gasto, eh asi dando frutos de su trabajo. Comentan que si te acercas al rosal y admiras las rosas con amor y confianza ella se acercará y te contará el verdadero valor y valentía de su espíritu.

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