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Los Jivis


Enviado por   •  29 de Junio de 2013  •  9.535 Palabras (39 Páginas)  •  569 Visitas

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Los jivi

El pueblo jivi, también llamado guahibo, ocupa una amplia región de sabanas y bosques entre

Colombia y Venezuela. En el Estado Amazonas de Venezuela se ubica particularmente en los

municipios Atures, Autana, Atabapo y Manapiare; en el Estado Apure, en los municipios Achaguas,

Biruaca, Páez y Pedro Camejo; y en el Estado Bolívar, en los municipios Cedeño, Gran Sabana,

Raúl Leoni y Sucre. La población jivi, según el XIII Censo de Población y Vivienda, realizado en

2002 por el Instituto Nacional de Estadística (INE), arrojó una población de 14.750 individuos,

de los cuales 10.473 habitan en comunidades y 4.277 en ciudades y pueblos criollos.

El pueblo jivi mantiene su cultura, transmitiéndola a las nuevas generaciones, aunque algunos

elementos culturales criollos ha sido integrados a la vida cotidiana de las comunidades y familias. El

panteón jivi está constituido por espíritus de varios tipos, con Kúwai como creador del mundo y de los

jivi, y Purunáminali como el creador de los no jivi. Iwanai les enseñó a construir las casas, Masulodani

las herramientas de trabajo y de caza y Madua las curiaras.

Los rituales más importantes se realizan para la protección de los niños, quienes son «rezados»

por el chamán, y de la joven que termina la reclusión impuesta durante la primera menstruación.

Estos rituales son oficiados por un especialista, aunque cualquier anciano o anciana de la comunidad

puede realizar alguno de ellos. Común es el uso de collares y pulseras protectoras, sobre todo

durante la infancia.

Por lo que se refiere a las enfermedades, hay especialistas chamánicos para la curación de las

enfermedades, aunque los ancianos y muchos adultos tienen un saber médico que les permite

curar directamente las enfermedades menos graves. El chamán puede curar recurriendo a la ayuda de los espíritus, con quienes se comunica su alma húmpe a través de cantos y del trance inducido

por el yopo inhalado.

La economía tradicional está constituida fundamentalmente por la agricultura de tala y quema,

asociada a actividades de caza, pesca y recolección. Se cultivan yuca dulce, yuca amarga, maíz,

frijoles, batatas, ñames, plátanos, piñas y caña de azúcar. Una parte de los productos elaborados

por los jivi son intercambiados con otros grupos indígenas, como los piaroa, o comercializados en

los mercados criollos, sobre todo en Puerto Ayacucho, donde la presencia de familias jivi emigradas

permite a las del interior tener una base de referencia en la capital del Estado Amazonas para

realizar sus actividades urbanas (comercio, salud, educación, compras, cobro de sueldos, etc.).

Los jivi mantienen la tradición de construir objetos de arcilla, sobre todo ollas, escudillas y

jarras para almacenar el agua. De la misma manera, en algunas comunidades se tejen chinchorros,

catumares, cordeles y porta niños de moriche, bejuco y algodón. Con fibras vegetales, sobre todo

el moriche y las tiras de caña, se realizan los sebucanes, las esteras y las cestas que sirven para

tamizar el mañoco y almacenar alimentos. De la madera del cedro se construyen curiaras monóxilas,

lo que impone generalmente un trabajo de grupos.

La casa tradicional jivi es de forma ovalada o redondeada, de una sola planta, con paredes de

madera y techo de palma de moriche. Junto a ésta se encuentra también un caney que sirve de

cocina. Otro tipo de vivienda, más reciente y actualmente mayoritaria, es de planta cuadrada con

divisiones en cuartos y paredes de ladrillo y cemento, con techo de zinc, a la que a menudo se

anexa en la parte trasera una casita de planta rectangular más tradicional construida con paredes

de barro y techo de palma.

Embarazo y gestación

Entre los jivi el embarazo generalmente se realiza

dentro del matrimonio, ya que no se considera a la

mujer soltera como apta socialmente para tener hijos.

Esto no quiere decir que no haya embarazos fuera del

matrimonio, sino que no son vistos de manera positiva,

recayendo la responsabilidad de lo acontecido en el

hombre más que en la mujer. Una vez embarazada, la

responsabilidad de llevar al frente el embarazo es de la

mujer, mientras que el hombre entra plenamente en

escena después del nacimiento. Sin embargo, las características

futuras del niño son consideradas derivadas

de los dos.

Para conocer el sexo del futuro neonato se espera

su nacimiento. No obstante, hay algunas posibilidades

de conocerlo de antemano consultando al chamán del

grupo, aún cuando este saber se les atribuye más a los

médicos occidentales. Esta consulta al chamán puede

darse de manera específica o para solicitar su ayuda en

la resolución de algún malestar de la mujer embarazada.

Generalmente, las

...

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