Martinique

"No se puede hacer nada grande sin la unidad de una nación, sin perspectiva, sin esperanza" (Sarkozy, 2014)

Estimado lector, en el presente ensayo se analizó principalmente la historia de la Isla de Martinica, la cual, geográficamente se encuentra situada entre las islas de Dominica y Santa Lucía, perteneciendo al archipiélago de las Islas Barlovento y formando parte de las denominadas Pequeñas Antillas o “Islas del Viento”, y que es, desde hace más de 400 años, parte de la actual República Francesa.

Desde sus primeros pobladores, hasta su condición actual, Martinica ha pasado por grandes cambios históricos, sociales, económicos y hasta comerciales, la isla tiene una historia poco conocida, con escasa información y a veces sólo en su idioma oficial, sin embargo, es un caso excepcional de investigación económica e histórica, ya que se caracterizó por su amplia lucha de autonomía hasta principios del siglo XXI, pero después, cambió contradictoriamente su decisión, hasta llegar al punto de una negativa a un referéndum del 2010, la cual apoyaría más su independencia y economía.

A lo largo de la lectura, conocerá un poco más sobre este paraíso caribeño francés, el cual tiene mucho por ofrecer y que lamentablemente, él mismo se ha limitado a ser reconocido en el mercado.

Martinica a través de los años, una riqueza histórica:

La isla de “Madidina”, la cual hace referencia al significado de “La Isla de las Flores”, por su gran biodiversidad y colorido fue nombrada así por parte de los Indios Caribe, quienes procedían de la meseta de Guyana, llegando gradualmente en balsas hacia el año 1000 d.C.

Su descubrimiento oficial ocurrió con la llegada del navegante Cristóbal Colón, cuando desembarcó en la región de “Le Carbet” en 1502, bautizando a la isla como Martinica.

Debido a la ambición de conquista, existió una fuerte disputa entre españoles, franceses y británicos, sin embargo, en el año de 1635, surgió el primer asentamiento por parte de Francia, liderados por Pierre Belain d’Esnambuc, el cual a base de promesas falsas, logro obtener la confianza de los Indios Caribes, quienes a consecuencia fueron expulsados y la mayoría aniquilados hacia finales del siglo, debido a su resistencia a ser esclavizados; por ese motivo el Cardenal Richelieu, junto con el apoyo del Rey Luis XIII, “El Justo”, creó “La Compañía de las Islas de América” en la cual se autorizó la pronta introducción de esclavos africanos en las islas de las Antillas, con el fin de comenzar a explotar los recursos de la isla, así como para impulsar la práctica de la piratería y el contrabando, todo siendo para beneficio de sus nuevos habitantes del Caribe.

A tan sólo 17 años de su creación, la Compañía quebró y la isla pasó a ser y depender de Francia debido a la compra de Martinica, donde rápidamente se estableció un gobierno militar en el cual se activó el Código Negro en 1684.

La isla fue inmediatamente atada a Francia por medio del Pacto Colonial, de una forma subordinada a los intereses de su metrópoli, rigiéndose con el sistema que establecía: la isla tenía permitido exclusivamente intercambiar productos con Francia, sin presentar competencia en cualquier producto industrial.

Junto con Saint-Domingue, Martinica fue uno de los mayores apoyos económicos para Francia durante el siglo XVII, funcionando bajo un régimen riguroso en las plantaciones que la isla trabajaba, desarrollando así la producción de azúcar y la producción de ron, que posteriormente se convertirían en sus principales productos de exportación.

A pesar de sus logros económicos, los descontentos sociales por parte de los habitantes mulatos de la época, al ser esclavizados y carecer de derecho alguno, lucharon por su independencia, logrando que Martinica obtuviera su autonomía en el año de 1775.

La abolición de la esclavitud se impulsó hasta 1794, pero debido a la llegada de Napoleón Bonaparte en 1802, se restableció durando 46 años, hasta la proposición del entonces Secretario de Estado por las Colonias en el Gobierno Provisional, Víctor Schoelcher.

Su presidencia en la Comisión para la Abolición de la Esclavitud, así como su éxito, el cual fue la liberación de los esclavos concediéndoles el ser "nuevos ciudadanos", generó el movimiento político republicano; "El Schoelcherismo" , el cual fue apoyado por todas las islas dependientes de Francia, debido a su alta población de raza mulata.

En el año de 1849 existió una crisis de la economía azucarera así como un conflicto social debido a la emancipación de los esclavos, donde Schoelcher intervino defendiendo el sufragio universal, así como las indemnizaciones de los colonos y luchando por la educación obligatoria, con el fin de aliviar la tensión social.

A pesar de los cambios positivos que estaban viviendo las dependencias francesas, en 1851 en Francia, existió un golpe de estado, el cual exilió a Schoelcher, terminando así, el cambio que le propicio a Martinica y las islas francesas aledañas.

En ese mismo año, el Monte Pelée entro en actividad volcánica, lo cual causó la creciente escasez de la mano de obra, debido a que la mayoría se enfocó a reconstruir lo que fuese en ese tiempo su capital: Saint-Pierre.

De 1855 a 1884, la mano de obra era prácticamente gratuita, obligando a los trabajadores a abandonar su trabajo en busca de una mejor calidad de vida a la cual se pudiera aspirar; generando como consecuencia que se importaran a más de 25,000 personas, provenientes de Asia, como una mano de obra barata contratada para así lograr reemplazar el trabajo de quien fuese esclavo.

A principios del año de 1902, de nuevo el Monte Peleé entro en actividad, terminando así el 8 de mayo, con una enorme erupción, la cual destruyó por completo Saint-Pierre, acabando con más de 30,000 habitantes y haciendo de Fort de France, la nueva capital.

Después de las Dos Guerras Mundiales que se vivieron, donde Martinica participó tras la dirección francesa, en el año de 1946 se le concede el nombramiento de Departamento Francés, mediante la ley N°46-451, integrándose formalmente a Francia, otorgando a sus habitantes el reconocimiento como ciudadanos franceses y adoptando la estructura del sistema político de Francia, siendo gobernada por un comisionado de la República, así como por un Consejo General y un Consejo Regional.

A tan sólo dos años, en 1948, el gobierno francés le concedió otro nombramiento como Departamento de Ultramar o Región Ultraperiférica, donde la clase media buscaba la equiparación

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