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Neocolanialismo


Enviado por   •  5 de Septiembre de 2018  •  Apuntes  •  4.745 Palabras (19 Páginas)  •  56 Visitas

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Capítulo 2

El pueblo llamado San Bernardo, se caracteriza por la alegría, la caza, festejos y un poco de misterio.

Un día de entrenamiento, dice el entrenador Euclides:

Estén todos preparados y den lo mejor de sí mismos, pues, durante toda esta semana, estaré evaluando sus habilidades y desempeño, actitud y valor, a la hora de demostrar todo lo que hemos practicado; voy a elegir a los dos mejores para que vayan en representación de nuestro pueblo al torneo de casería en nuestro pueblo vecino, pues allí se encuentran algunos de los más famosos cazadores.

Guillermo y Luis, eran los más unidos, pues gracias a Luis, Guillermo había entrado al mundo de la caza.

Luis siempre había sido el mejor de todos, quien representaba al Pueblo en todas las ocasiones, siendo también, uno de los más temidos, pues tenía cicatriz muy misteriosa marcada en su ojo izquierdo, todos desconocían de su pasado.

Guillermo, un hombre robusto, de cabello negro y ojos de color verde y con un brillo en su mirada de vencedor, de carácter fuerte y respetuoso, pero al mismo tiempo, decidido a luchar por cumplir sus metas.

Euclides veía en Guillermo lo que no lograba ver en los demás, esa determinación, de puedo superarme a mí mismo en vez de a los demás, fue lo que incentivó a el entrenador a acercarse a él.

-Bien, esto es todo por hoy –dijo el entrenador- todos se pueden ir a sus hogares y retornamos mañana a la misma hora. Excepto tú, Guillermo, tenemos que hablar:

-Si, señor.

-He notado cosas en ti, que me han dejado impresionado.

-¿Qué cosas?-dijo Guillermo extrañado.

-Tu actitud de vencedor es incomparable.

-Es cierto, ¿pero en qué me hace diferente a los demás?

-Tú forma de ver las cosas, Por eso quiero que tú acompañes a Luis al torneo

-Señor, con todo el respeto que usted se merece, pero sé que hay personas en este lugar que tienen más habilidades que yo.

-Estás en lo correcto, pero recuerda ‘No estás obligado a ganar. Estás obligado a seguir intentándolo. A dar lo mejor que tienes todos los días.’…

Llegada la fecha del evento, Guillermo y Luis partieron en un tren hacia el pueblo vecino, llamado Venetos.

¡Wow, qué lugar tan impresionante!-exclamó Guillermo con mucho entusiasmo-.

-Sí, que gane el mejor-dijo Luis

Sean bienvenidos todos, -dice el narrador del evento- en este día pondremos a prueba los más audaces cazadores de distintos pueblos, donde el ganador será reconocido en todos los lugares y este se ganará un apodo único e inolvidable:

Constará de dos rondas.

En cada una de estas tendrán un límite de 1 hora, y pasarán a la ronda final, los 3 participantes más sobresalientes.

Durante la primera ronda, Luis nota que Guillermo va en la delantera, por lo que intenta sabotearlo, tomando algunas de las presas que había obtenido Guillermo y haciéndolas de su pertenencia. Sus movimientos no fueron tan precisos, por lo que uno de los jueces se da cuenta de este fraude y Luis queda descalificado.

Debido a que muchos de los participantes hicieron trampa, Guillermo quedó en tercer lugar para los finalistas, no solo se tomó en cuenta sus habilidades, sino también su honestidad al solo presentar lo que había logrado, sin sentirse inferior a los demás.

Con esta misma actitud, Guillermo logra ganar el torneo, dentro de la celebración de su triunfo, el juez mayor, quien llevaba por nombre ‘El búho’ le dice a Guillermo:

Tú has demostrado que la integridad va ante todo, que cuando te esfuerzas puedes alcanzar lo que te propones sin importar las adversidades, por todo esto, te coloco el nombre de ‘El Fénix’ se desvanece para renacer con toda su gloria.

Luego de culminar el torneo, nada volvió a saber de Luis, pues este había desaparecido, inmediatamente  fue descalificado.

 Pasado el tiempo.

Después de momentos de regocijo, triunfo, fama, dinero y entrenamiento.

En el pueblo de San Bernardo se vuelve a celebrar la actividad de casería de animales a pie, un niño con los ojos iluminados de ansias y orgullo, solo puede ver cómo su padre, el famoso ‘Fénix’ era la figura de respeto más grande en su vida y en la de los demás, gracias a que él empleaba una serie de técnicas de caza cada vez mejores todos los años, para alcanzar la victoria y la frase que enuncia fuerte y claro ante todos, desde lo más profundo de su corazón:

NO HAY OBSTACULO QUE ME DETENGA NI PIEDRA QUE SE ENTROMETA. ALCANZARE MIS METAS Y LLEGARE A MI LIMITE

Esas eran las palabras de su padre, el cual nunca se rendía, ese joven de  tan solo 11 años, estaba maravillado, mirando a su padre triunfar, al ver su ejemplo, se juró a sí mismo, que cuando su padre llegara a su límite, él superaría ese límite cueste lo que cueste, sin rendirse ante ningún obstáculo, tal como su padre.  

Un día del evento, el padre se estaba preparando para asistir, pero se le ocurrió la idea de llevar a su hijo para que conociera más afondo el mundo de la caza de animales.

-Hijo.

-Sí, papá.

-Arréglate, vamos a ir al evento al que siempre he participado.

-¡Por supuesto! Dijo el niño con mucha alegría.

-Quiero que me acompañes, porque sé que este día será único e inolvidable.

-Pero, ¿de nuevo me quedaré donde está el público?

-No, esta vez voy dejarte venir conmigo.

Unas horas después de que el evento comenzara, ellos estaban en la delantera, pero de pronto se encuentran a un viejo compañero de su confianza, nada más y nada menos que Luis

-Hola, Luis –dijo el padre-.

-Hola.-dijo mirándolo de reojos.

-Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos.

-Sí.

El padre empieza a sentirse un poco inseguro por la forma en que actúa Luis.

El niño pregunta que por qué ese señor llevaba una pistola tan pequeña en una cacería de animales tan rápidos como los venados, sin responder, solo voltea y le sonríe con unos ojos llenos de presencia que estremece el alma, sin más el hombre tan sospechoso tomó la pistola que tenía de una forma tan peculiar y le disparó en un punto tan preciso que dejó al padre tumbado en el suelo sin aliento ni fuerzas para levantarse, le disparó una vez más en la cabeza, sin remordimiento ni humanidad, después apuntó al niño y le preguntó ¿Quieres vivir o morir?. Marchándose sin decir más y dejando al niño paralizado en el suelo, tan impactado que no pudo moverse, ni hablar, solo miraba a su padre ahí en el suelo y decía ¿cómo pasó esto?

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