Semiofonos

El medio humano, como hemos avanzado, es esencialmente un medio simbólico y social. Pues bien, los accesos mayoritarios en este medio, el tipo de propiedades que la especie humana aprendió a explotar constituyen una clase que llamamos semióforos, los portadores de información.

Las culturas humanas se convirtieron en culturas simbólicas por la particular configuración de la mente, por su capacidad para comprender y sobre todo manipular los signos y la conducta simbólica.

El punto conceptual es qué puede haber necesitado la configuración neuronal de un organismo para tener estas capacidades.

El espacio de las huellas, de los síntomas, de las funciones, de los signos, de los instrumentos, de los objetos que presentan una doble cara de sentido y referencia, el espacio de los objetos que necesitan ser interpretados para ser categorizados es el que constituye el medio físico esencial de la evolución humana.

Los semióforos son clases a las que solamente se puede acceder adoptando lo que Dennett ha denominado la “actitud del diseño”, que implica la selección de un nivel sobreviniente, el contenido sobre un portador físico, el semióforo.

La ventaja adaptativa que logró la mente humana fue la explotación de los semióforos más complejos, los constituidos por las funciones biológicas y culturales.

“Algirdas Julius Greimas presenta la teoría de la semiología como la relación fundamental entre el sujeto que conoce y el objeto conocido, y tiende a precisar las condiciones de producción de sentido.

Además de las exigencias del método que ayuda a formular esas hipótesis en una serie de axiomas como estructuras elementales de la comunicación.”

Creemos que cada uno de éstos signos adquieren un valor significativo mucho más acusado que en su uso primitivo.

Tomándolo de forma particular he estado en una búsqueda constante de un objeto que tenga un valor afectivo y por ende sea un símbolo importante en mi existencia.

Después de una indagación profunda de mis recuerdos pude encontrar un objeto semióforo que forma parte de mi vida, el cual ha llegado a ser un signo muy importante, o que por lo menos entra en mi memoria contantemente.

Se trata de un collar el cual me fue dado por mi padre como un obsequio.

Este objeto empezó a ser parte de mi vida como un simple regalo e incluso como algo común, ya que desde un principio se le ha considerado normalmente como adorno de mujeres.

Pero lejos de ser exclusivo, han usado de él también los varones en los pueblos indígenas y en lascivilizaciones antiguas de Oriente y Egipto (apenas en las de Grecia) en las de Etruria y Roma, en el Imperio bizantino y algo en el Occidente medieval (por lo menos, en el siglo XIV), cesando en Europa desde el siglo XV para los hombres, salvo para uso como condecoración

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