Arrancame La Vida

Una historia centrada en los tiempos de la revolución, que narra la vida de Catalina, una muchacha poblana de 15 años, muy curiosa, con ganas de comerse al mundo en bocados, hija de una familia numerosa y humilde, ella quería conocer el mar y muchos lugares a los cuales estando en su casa no podría conocer jamás, un día conoce al general Don Andrés Asencio un tipo dedicado a la política, quien la lleva a conocer el mar y posterior a eso hace que se case con él, sin saber lo que le esperaría después.

Al casarse, inicia la odisea de aprender a cocinar, salía a montar cada mañana su caballo, organizaba eventos para los numerosos negocios políticos del general, aprendió a ser la esposa ‘’modelo’’ del político, su esposo le encomendó algunas funciones con el hospicio y el sanatorio, hizo viajes de campañas políticas, aprender a ser madre, de sus hijos y de los hijos de él.

Conocer a mucha gente, amigas, esposas de políticos, amigos de Andrés, compran casas en diferentes lugares, esto se termina el día en que Andrés se involucra con mayor fuerza en la política, sale más a menudo y a Catalina la deja en casa haciéndose cargo de sus hijos.

Entre sus tantos viajes, catalina se entera de los amoríos que tiene Andrés, le llegan rumores de asesinatos por parte del, y por ello inicia con una vida diferente, aun casada con el general, se encuentra con diferentes amoríos.

Entre ellos un joven chipileño de su edad con quien sostiene un romance fugaz, posteriormente conoce a Carlos Vives, un director de orquesta, hijo de un gran amigo de Andrés, motivo por el cual Andrés lo acepta en su casa, con su familia y lo invita a sus reuniones, sin imaginar que Catalina y Carlos mantendrían una relación amorosa.

Catalina y Carlos estaban muy enamorados, se escapaban juntos cuando Andrés hacia viajes de negocios o cuando tenía reuniones políticas. Se paseaban en el zócalo, en el mes de noviembre regresaron a puebla, y fue ahí cuando visitaron Tonanzintla y en la iglesia que se juraron amor, y se casaron “de a mentiritas”. Esa misma tarde fueron a los campos de cempaxúchitl, y disfrutaron la tarde y parte de la noche, catalina se quedo con el aroma de las flores, y Carlos le dijo que el día de su muerte le gustaría tener el mismo aroma que llevaba catalina ese día.

Al día siguiente catalina saldría nuevamente con sus hijos y Carlos, pero Andrés no la dejo salir, hasta después de las 6 de la tarde, ella se salió a buscar a Carlos

Quien le había dicho que la esperaría, pero ya no estaba ni él ni sus hijos, así que salió a buscarlos. La sorpresa al salir fue que encontró solamente a sus hijos quienes le dijeron que se llevaron a Carlos a la fuerza.

Regresaron a su casa, y catalina dio aviso a Andrés, quien llamó a las autoridades para que se hicieran cargo de la búsqueda de Carlos, pero al finalizar la noche llegaron con la noticia de que Carlos estaba muerto, lo encontraron en una prisión clandestina y el cuerpo lo tenían en el carro.

Ella sabía que Andrés había mandado a matar a Carlos aunque él lo negara. En el entierro catalina le llevo sus flores de cempaxúchitl, a partir de ese día estuvo de luto, no salía con sus hijos, Andrés estaba en sus reuniones por todos lados, hasta que un día conoció a una vendedora de higos quien le dio unas hierbas para quitar los dolores de cabeza, esta hierva era buena, pero a la larga solía ser muy dañina.

Catalina la tomó y se sintió mejor, un día el general Asencio, tenia molestias, y dolor de cabeza, fue cuando catalina le dio el té de hiervas, con este Andrés se recupero rápidamente y tenía mucha más fuerza. Siguió tomando té todas las mañanas, tardes y noches, hasta que un día se empezó a sentir mal, llamó a sus amigos doctores para que lo revisaran, y le mandaron reposo.

Así, el ultimo día de vida, Andrés le dijo a

...