Clun De La Salamndra

La historia inicia no por el principio, sino por el final: Rudolph Green, su narrador, es un científico que se recupera en un hospital de su última expedición, que le ha dejado 300 heridas, un mechón chamuscado y la piel hervida. Sin darnos grandes pormenores de su aventura, Rudolph retrocede hasta los primeros años de su vida para contarnos del amor de sus padres por la ciencia. Tanto amor terminó por desaparecerlos: al padre, en una expedición por una exuberante selva; y a la madre, mientras intentaba rescatar a su marido.

El protagonista creció huérfano y con la misma pasión por la ciencia que sus progenitores. Experto en muchas materias ya desde la infancia, Rudolph entra a trabajar como ayudante en un laboratorio. Su vida no parece ofrecerle grandes sobresaltos, hasta que, gracias a su dominio de varios idiomas, le encargan traducir un misterioso mensaje que ha aparecido en una lata de puré de tomate. Este enigma lo llevará a dejar su empleo, a viajar por diversos países, a descubrir el amor y a sumergirse en un mundo inédito, oculto en las profundidades del mar.

Las interrogantes de cómo fue la aventura que llevó a Rudolph al hospital y de qué secreto se oculta tras el mensaje cifrado no son los únicos focos de interés del libro: la historia es generosa en contrariedades, sorpresas y humor. Otro de sus atractivos es presentarnos a seres excéntricos y a la vez entrañables que luchan para que las verdades absolutas no se impongan en el mundo y tengan lugar siempre la réplica y la discusión. El club al que hace referencia el título está conformado por estos singulares personajes.

Amor, humor, fantasía y suspenso se dan cita en esta obra que, además, nos ofrece buenas dosis de insatisfacción ante una visión de la realidad de muy estrechas miras que desearía erradicar lo diferente, lo no conocido, lo irracional, como si el ser humano no fuera también todo ello. El Club de la Salamandra sigue tan vigente como el día de su publicación y, me atrevo a especular, seguirá rasguñando corazones y conciencias de pequeños y grandes lectores por muchos años más.

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