Cracktácico

Cracktácico

La inalcanzable aventura de Marchello Belatti comenzó una mañana de 1995 en una expedición a la isla Sorna, Costa Rica. Marchello era un paleontólogo de raíces italianas, el y su grupo estaban en busca de un fósil de un dinosaurio que habito nuestra tierra durante la era mesozoica casi a finales del periodo terciario.

Obtuvieron este dato mediante la utilización del carbono 14 que les permite saber la edad absoluta de la materia orgánica. Al encontrar el fósil Marchello

descubrió que aun tenía restos de piel petrificados en ámbar lo que al fósil le daba un valor millonario, Marchello robo un pedazo de este ámbar, lo dividió en dos fragmentos, guardo uno en su zapato y otro simplemente en su bolsillo, pero su compañero Marko Gellatto se percató de la situación y aviso a las autoridades le la Isla.

Marchello fue enjuiciado, su licencia de paleontólogo fue revocada de forma permanente y fue expulsado de la comunidad científica, fue sentenciado a 11 meses de cárcel.

Ya transcurrido esos 11 meses Marchello intento conseguir un trabajo, pero la mala fama que obtuvo por su robo tuvo la consecuencia de que nadie quería contratarlo, pero el sabia donde había escondido el fragmento de ámbar que tenia en su zapato, al encontrarlo y volver a casa se encontró con la noticia de que su compañero Marko Gellatto se había acreditado todo el proyecto, al ver esto Marchello cayó en una gran depresión, esto lo llevo a consumir antidepresivos y otros calmantes pero ninguno podía animarlo, asique tomo la drástica opción de suicidarse ya que él no quería morir sin ningún dolor decidió drogarse con anfetaminas , crack y alcohol. Sentía que el alma se le salía del cuerpo, cayo de su cama aun sosteniendo el ámbar y con su reloj desgastado que era el único recuerdo de su madre.

Sorprendentemente Marchello logro sobrevivir, pero en un estado de coma…lo que nadie sabia es que Marchello estaba ingresando a un viaje astral y el ámbar había desaparecido.

Marchello despertó, pero no en el hospital sino en un vello paraíso rodeado de arboles y de lagos, sentía que estaba soñando o más bien que había muerto y ascendido al paraíso, pero a su lado escucho un gran rugido, y corrió lo más rápido y lejos que pudo dejando caer algunas de sus cosas, pero él no le prestó atención y siguió corriendo. Con terror y cansancio miro para atrás apenas podía divisar una mancha a lo lejos. Luego de un rato de estar mirando lo vio… ¡Era un Dinosaurio! Mas específicamente un Estegosaurio con sus placas afiladas en su espalda y su cola puntiaguda, sabía que estaba en el periodo jurásico. La emoción le gano al pobre Marchello el sueño de su vida se había hecho realidad, pero luego de un rato pensó con más claridad y pensamientos pasaron por su cabeza ¿Cómo he llegado ahí? ¿cómo volveré? Marchello sabía que no podía vivir sin un refugió debido a las lluvias y a la megafauna del jurásico, se puso manos a la obra encontró pedernal y utilizo una llave en su bolsillo para hacer fuego y por suerte encontró una cueva, esta no se encontraba  no muy lejos del lugar donde se había despertado, logro dormir esa noche caliente, pero con la estomago bacio y sediento.

Al día siguiente Marchello fue a explorar encontró un lago cercano y intento tomar algo de agua, pero algo se acercada hacia él era… ¡Un Sarcosuchus! Media mas de 5 metros y era muy similar que los cocodrilos africanos de su época, solo que más aterrador. Corrió por el bosque de nuevo hacia su cueva, pero oyó un imponente rugido… ¡Es un Carnotauro! Marchello exclamo ¡MAMAMIA! Como podrán observar la suerte no acompañaba a Marchello, pero antes de que el carnotauro lo atrapar vio un reflejo en el piso ¡era su reloj! Y… ¿el pedazo ámbar? Tomo el pedazo de ámbar y antes de poder tomar el reloj volvió a desmayarse.

Abrió los ojos miro a su alrededor los árboles, el lago y el carnotauro desaparecieron no podía creer lo que estaba pasando, ¿había viajado al cretácico?

Una manada de triceratops se veía a lo lejos, fascinado de acerco uno de ellos, pero vio una cría y sabía lo que eso significaba… ¡correr! Pero antes de que los triceratops lo vieran él, ya se encontraba a las de 300 metros de ahí, su cueva no estaba y el lago tampoco.

No podía creer lo que estaba pasando y empezó a creer que era solo por efectos de las drogas, fue a buscar el ámbar que se encontraba a escasos metros de donde se encontraba.

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