El Camino De Un Guerrero

Esta película nos narra la historia de Dan, un gimnasta que su objetivo en la vida es ser mejor que sus compañeros gimnastas y competir por el oro en los juegos olímpicos. En la búsqueda de su objetivo se topa con Sócrates, como él lo llama, este es un señor que atiende una tienda y estación de gasolina. Dan se obsesiona con un salto que Sócrates hizo y que él cree imposible, Sócrates se ofrece enseñárselo y ser su mentor, siempre y cuando se adapte a sus reglas. En el transcurso de la película Dan es convencido de luchar contra su propio yo, tratando de sacar al egocéntrico que lleva dentro y gracias a Sócrates aprende a desechar la “basura” de su mente, a actuar con sabiduría y descubre que la felicidad no es llegar a un objetivo, sino disfrutar el camino hacia él. Al final de la película y tras haber sufrido un grave accidente, haber querido suicidarse y pensar en dejar de practicar gimnasia, Dan supera los obstáculos y gracias a la ayuda de Sócrates logra llegar a las olimpiadas. Esto nos deja como enseñanza que si disfrutamos lo que estamos haciendo, llegaremos más lejos.

Con la historia de Dan nos podemos identificar más de uno, pues casi siempre pensamos que estamos haciendo bien las cosas con solo superar a los demás en la tarea que estemos llevando a cabo, la película nos enseña a pararnos a pensar, a ver con otros ojos el mundo, reflexionar sobre si lo que estamos haciendo es por beneficio propio, si realmente nos hace feliz hacerlo o si solo lo hacemos por superar a alguien más. Nos pone de ejemplo que las personas mayores son una buena fuente de sabiduría, que hay que ser paciente y nunca rendirnos en lo que estamos haciendo.

Gracias al ejemplo de Sócrates podemos aprender que el enseñar a alguien no solo consiste en guiarlo así porque si, si no que hay que dejar que el alumno sea quien experimente los errores y así sea él quien llegue a la conclusión de lo que en verdad es bueno para él y de esa manera obtenga una buena lección de vida.

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