El dictador de Arepa

El dictador de Arepa

En la novela escrita por Jorge Ibargüengoitia nos remonta a finales de los años 20’s en un país latinoamericano llamado Arepa donde se encuentra en su último periodo de gobierno el general y dictador Manuel Belaunzaran. El tema principal de la obra de Ibargüengoitia es la dictadura sin dejarle de lado la sátira política. También el autor nos regala una parodia a personajes que nos podemos encontrar en nuestra vida cotidiana.

“Un dictador es aquel que recibe o se arroga el derecho de gobernar con poderes absolutos y sin someterse a ninguna ley”. Belaunzaran es el dictador y protagonista de la obra, el hombre aparenta ser un tipo dominante, sabe poner en práctica un juego que consiste en manejar a los jefes de gobierno como si fuesen unas marionetas que actúan según su deseo. Ahí se obtiene una gran característica de un típico dictador que utiliza muy bien la persuasión, además de que él gobierna con total indiferencia a su pueblo y no le importa quienes mueran en el proceso. Pero para que un dictador llegue al poder es necesario el sometimiento de un pueblo y el pueblo de arepa es representado como un pueblo ignorante que no puede, de ninguna manera, disfrutar de un nivel de vida digno, pues no tiene la capacidad para poder elegir un gobierno que lo represente adecuadamente. Es aquí donde se cuestiona. ¿Qué tanta humillación esta dispuesto a sufrir un pueblo por parte de quien se supone debe protegerlos?

¿El poder de verdad corrompe? Considero que no es el poder el que nos corrompe y nos lleva a convertirnos en el monstruo egoísta que sólo vela por sí mismo, considero que más bien el poder sacar a flote nuestra verdadera personalidad, aquello que tenemos resguardado en nuestros adentros y que no queremos mostrar. Belaunzaran llega al poder arropado por las clases pobres y defendiendo sus derechos y libertades, y es a este mismo pueblo el que traicionó, lo que quiere claramente quiere decir que realmente nunca le importó el pueblo, solamente se interesaba por sí mismo, Consideró este personaje multifacético pues tiene la capacidad de mostrarse como tanto el bueno y como el malo creando a su alrededor un aura de hipocresía.

Durante la obra se nos trata de mostrar que si quieres detener algo tienes que empezar desde la raíz pues durante los 3 atentados fallidos que recibió Manuel Belaunzaran apoyados por Pepe Cussirat se tenía la creencia de que una vez muerto el pueblo estaría mejor, y que sería Cussirat quien marcaria la diferencia.

Pese al sentido humorístico de la obra se nos deja en claro que la desesperación de un pueblo puede llegar a consecuencias graves, pues su hartazgo ante su gobierno hará que alcen la voz y dejen liberar su sentido de guerra, un pueblo que vive bajo el sometimiento de una dictadura, normalmente tiene que llegar al punto del colapso para darse cuenta de que su gobernante realmente no está velando por ellos. Es difícil saber las buenas intenciones que tiene una persona con solo palabras, lo que realmente se necesita son acciones, pero nosotros como pueblo somos quien tenemos la última decisión sobre nuestro gobierno.

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