La dublinesa Cecelia Ahern

La dublinesa Cecelia Ahern nació el 30 de septiembre de 1981. Es hija de Bertie Ahern, jefe de gobierno de Irlanda (Taoiseach) durante los años 1997 y 2008.

Cecelia estudió Periodismo y Medios de Comunicación en el Griffith College de Dublín , cantó en un grupo pop antes de dedicar su tiempo a la literatura.

Estaba en el instituto cuando se le ocurrió una idea, una historia sobre un amor verdadero y una pérdida devastadora, y sobre el coraje que supone seguir viviendo. La idea le entusiasmó tanto que decidió dejar de ir al instituto para escribirla. Unos meses más tarde, su novela Posdata: Te amo, había alcanzado un gran éxito internacional... tanto, que ya ha sido llevado a la gran pantalla.

En 2004 publicó su primer novela, PostData: Te amo, que fue best-seller en Irlanda, Reino Unido, Estados Unidos, Alemania y Holanda, y se vendió en más de cuarenta países. El libro se convirtió en una película dirigida por Richard La Gravenese, que se estrenó en EE.UU. el 21 de diciembre de 2007.

A pesar de ser una autora joven y moderna ya ha marcado su propio estilo. En todas sus historias se puede encontrar el lado humano y ficticio de la vida, agregado a una historia de amor. El hecho de que sea una historia de amor tampoco significa que haya sido fácil llegar a su final “feliz”, mas bien se desarrollan diversos problemas, como en el diario vivir, y sus personajes aprenden a esconder sus sentimientos e incluso a ignorar sus ideas.

Donde termina el arcoíris, “Love, Rosie”, fue escrito por la dublinesa Cecelia Ahern, publicado en el año 2005. Una historia de amor que se puede encontrar común, mas no aburrida y monótona. La autora escribió el libro de una forma muy innovadora, hace entender a sus personajes y escenas por medio de cartas, mensajes de texto y correos electrónicos.

Como toda historia tiene un inicio. Alex Stewart y Rosie Dunne son vecinos desde siempre y han compartido juegos, lágrimas, travesuras y colegio, incluso el odio por la señorita Narizotas Casey mal aliento. El sueño de Rosie siempre fue tener su propio hotel, obligaba a Alex a jugar a la recepcionista y el huésped, mientras Alex se encargaba de lastimar a Rosie y así poder atenderla como todo un doctor. Las amistades niño-niña son fáciles antes de que las vergüenzas se empiecen a desarrollar.

Mientras cursaban el colegio en el Insntituto San Patricio no hubo semana en la que no citaran a los señores Dunne y Stewart para hablar sobre la conducta en clase de sus adorables hijos.

Para celebrar los 10 años de Alex, Rosie se sintió rechazada y sola ya que su amigo íntimo de la vida no la había invitado, la mamá de Rosie se preocupó tanto que habló con la de Alex para saber si se habían peleado. Resultó ser que no había sido invitada porque a todos sus amigos, hombres, no les causaba gracia o agrado el hecho de compartir con una mujer.

Cada verano, la familia de cada quien iba de vacaciones a algún lugar, eso no bastaba para que dejaran de hablar ya que recurrían a las cartas. Una vez los Stewart se encontraban en España pasando unos días, el pequeño Alex no se pudo contener para enviarle una carta a Rosie, quien estaba en Londres.

De las aventuras que hicieron la que terminó en desastre total fue la celebración de 16 años de Rosie. Ambos decidieron entregar una carta de excusa de ausencia para el mismo día por razones, firmaron ellos, hasta ese paso todo iba bien. Alex planeó este día mucho tiempo, creyó que lo indicado era celebrar el cumpleaños número 16 de Rosie en un bar todo el día. Estaba seguro de que Rosie pasaría de fábula ya que en realidad se puede decir que pertenecía al grupo de alcohólicos anónimos, además de ser una chimenea humana.

La tarde en el bar se convirtió en un secreto olvidado por años para Rosie. Bailaron y festejaron hasta que Rosie empezó a sentirse muy mareada, descubrió que solo así podría confesarle a Alex su amor… aunque al otro día tuviera en total desconocimiento de ello. Nunca volvió a decir palabras y poemas de amor tan inspiradores como aquel día, todo parecía el paraíso hasta que mientras se besaban Rosie se resbaló del banquillo donde estaba sentada. Quedó tirada en el suelo, Alex tuvo que llevarla al hospital. Así fue como se arruinó la fuga del día.

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