Nada y así sea, Orianna Fallaci

Nada y así sea

Oriana Fallaci

Reseña crítica

El libro "Nada y así sea" de Oriana Fallaci es un testimonio que ofrece una visión sobre la guerra de Vietnam y sus repercusiones en la sociedad y en la mente humana. Fallaci utilizó un formato que simula una especie de diario personal, que intenta contar relatos de manera introspectiva y emocional y va más allá de los hechos históricos para explorar los aspectos políticos, emocionales y éticos del conflicto bélico en este país.

El libro comienza con una pregunta que la hermana de Fallaci le hace y la obsesiona a lo largo de todo el libro: "¿Qué es la vida?" Esta pregunta sirve como punto de partida para una reflexión sobre el significado de la existencia en medio de los horrores de la guerra que ella observa en sus viajes como corresponsal. El libro se divide en tres capítulos y cada uno cuenta las experiencias que ella tiene en cada uno de los viajes que realiza a Vietnam, así hace un análisis detallado de las diversas facetas de la guerra, desde las consecuencias inmediatas hasta las implicaciones más profundas en la mente humana.

Algo interesante es la forma en que Fallaci logra relatar la complejidad del conflicto vietnamita desde varias perspectivas. A través de entrevistas con soldados, oficiales y civiles de ambos bandos, puede ofrecer una visión completa de las experiencias y motivaciones detrás de quienes participan de manera directa o indirecta en los conflictos. Este enfoque en las personas que están detrás de los uniformes permite comprender la verdadera tragedia y el sufrimiento que implica el conflicto armado.

Además de su análisis sobre la guerra de Vietnam, la autora dedica parte de su obra a reflexionar sobre la agitación social y política que caracterizó la década de 1960 en Estados Unidos, como la muerte de líderes, las protestas estudiantiles y el movimiento por los derechos civiles y utiliza estos eventos para explorar las tensiones y divisiones dentro de la sociedad estadounidense en ese momento.

Asimismo, se hace mención de la matanza de Tlatelolco en México, presentando  esta masacre como una tragedia que se suma al horror de la guerra, mostrando cómo la violencia y la represión no se limitan a los campos de batalla, sino que también se manifiestan en los conflictos internos de los países. A través de sus descripciones detalladas, revela el caos y la confusión que había en la plaza durante el ataque, así como el sufrimiento y el miedo de los manifestantes que fueron brutalmente reprimidos por las fuerzas del orden y comparte su experiencia personal durante la masacre, describiendo cómo resultó herida y fue trasladada al mortuorio de un hospital.

Sin embargo, el texto no se limita a ser solo un relato periodístico de los eventos, en forma de crónica o reportaje, sino que Fallaci interpreta los eventos desde su mente, explorando sus propias reacciones emocionales y morales ante la violencia y el sufrimiento que observa. Este enfoque personalizado añade una capa adicional de profundidad a la narrativa y permite conectar de manera más íntima con la experiencia que ella relata en todo el libro.

En cuanto al estilo literario, el texto es muy directo y no utiliza recursos literarios, lo que le da una sensación de honestidad, porque no poetiza el conflicto, sino que habla del tema de manera cruda, tal como lo percibe. En ocasiones, la estructura fragmentaria del libro puede resultar un tanto desorientadora. Aunque Fallaci intenta mantenerse objetiva tiende a mostrar simpatía hacia ciertas posiciones y actores en el conflicto. Además, la falta de contexto histórico puede dificultar la comprensión completa de los eventos para quienes estén menos familiarizados con la guerra de Vietnam y su contexto.

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