Sin Cadenas

Sangre de Campeón SIN CADENAS de Carlos Cuauhtémoc Sánchez

Este es un libro de asertividad, habla de una familia que comienza con una inestabilidad emocional principalmente, después de la muerte de la mama y esposa, habla de un padre con descontrol emocional, débil, nervioso, y preocupado, de dos mellizos hombre y mujer, un niño introvertido y una niña que tiene ideales, y ganas de salir adelante apoyando a su padre y hermano.

Cuando la estabilidad emocional del padre sale de su propio control, Beky, la hija, recuerda que su madre era la única que lograba animar a su padre de manera efectiva, dice que su madre tomaba cursos de asertividad, donde aprendió muchas cosas importantes en la vida de cualquier ser humano. Los hermanos mellizos van a buscar en las cosas de la mama, libros, notas y demás cosas, dónde encontraron una nota importante, fue escrita por ella misma, narra una pequeña anécdota y habla de tres cualidades que debemos fortalecer:

Contaba que sus compañeros de asertividad y ella, fueron a comer a un restaurant, donde pidieron sus respectivos platillos, decía que a ella y a una compañera les desagradado el platillo, sin embargo, ella por su timidez no dijo nada. En cambio su compañera reclamó, y al final de la discusión con el supervisor, el platillo fue gratis para ella.

Dice que hay personas que por evitar problemas, callamos. Pero que el exigir tus derechos es algo que debemos aprender a hacer. Entonces habla de las tres cualidades:

- La individualidad: con ésta se perderá toda timidez, inseguridad, y el deseo de ser aceptada.

- El control emocional: romper con todo pensamiento negativo que afecte tu mente.

- La capacidad de comunicación: evitar discusiones y daños a terceros.

Con esto se aprende que en la vida hay que ser valiente, que muchas cosas buenas se obtienen al exigir tus derechos y que los triunfadores son personas afirmativas.

Al siguiente día los hermanos mellizos fueron a la escuela, para lo cual en el salón de Owin, el niño mellizo, no asistió la maestra, y estuvieron la mayor parte del día solos, hasta que se acerco el prefecto, anunciándoles que su maestra suplente llegaría en un momento, mientras él estaría en el salón, que jugarían a un juego de palabras, como el basta, escogió a una mujer que representaría el grupo de las mujeres del salón, y a Owin que representaría a los hombres, dice que cuando el prefecto mencionó que Owin seria, solo se escucharon abucheos, (Owin es tartamudo, y como mencioné antes, es un niño tímido).

Owin no quería participar, pero no se rehusó. Al comenzar el juego encontrarían palabras con “x” letra, de lo nervioso que se puso Owin no pudo encontrar una sola palabra. Mientras la niña rápidamente terminó. El festejo de las niñas se opaco con las burlas y abucheos de los niños hacia Owin. Después participaron de nuevo pero ahora iban a decir las palabras, claro que al momento de dar la letra para iniciar, “t” la niña comenzó a decir todas, mientras Owin se quedó en t… t… t… t… sin poder soltar una sola palabra, de nuevo las burlas para Owin se hicieron presentes, ¡inútil! ¡No sirves para nada! ¡No debiste venir hoy! ¡Marica!, y cuando el prefecto escucho esta ultima insulta, dijo – de haber sabido escogía a un niño para que los representara, en ese instante entro la maestra diciéndoles que tenia rato observando lo que hacían, que era una pena haberlos conocido como un circo de pulgas, luego explicó la comparación, les decía que en un circo el domador ponía las pulgas en un recipiente de cristal, y como estos animales tienen mucha fuerza en los pies, saltan 30 cm, seiscientas veces su estatura, entonces al saltar en el recipiente topaban en la superficie muriendo, y solo pocas aprendieron que debían dar saltos pequeños.

La maestra les decía que los seres humanos somos similares, solo que nosotros mismos somos los que nos damos de azotes cuando alguien quiere saltar, salir adelante, echarle ganas. Algo que me llamo la atención en esta parte fue un comentario que dice, que éstas son las escuelas mediocres, en las que los mediocres fastidian a los soñadores hasta arrancarles sus deseos de triunfar.

Otro punto de la comparación entre las pulgas y los seres humanos fue que las pulgas rebasan seiscientas veces, en un salto, su estatura, mientras que los humanos podemos multiplicar seiscientas veces o más la estatura mental.

Por otra parte menciona que estamos acostumbrados a hacer críticas agresivas que hieren a los demás y además no te deja nada bueno, dice que debemos aprender que es más gratificante hacer halagos, proferir bendiciones y dar reconocimiento.

Dice que los grandes triunfadores recibieron críticas, pasaron por momentos muy difíciles, y no les debe importar mucho las opiniones de los demás. Ellos lograron sus metas gracias a sus esfuerzos, no se enfurecían ante los ataques. En cambio los criticones no trascienden, no dejan huella y se dedicaron a ver solo los errores de los demás sin crear algo nuevo.

Otro punto importante en este libro es el del radar de las emociones, mencionaba que las emociones son buenas aun las que parecen malas, y que se reflejan en un radar, que hacen bajar la velocidad y analizar el camino.

Por ejemplo:

- El miedo permite detectar el peligro y huir de él.

- La culpa nos lleva a reconocer nuestros errores y cambiar de dirección para no equivocarnos de nuevo.

- La sensación de ignorancia nos induce a estudiar y a crecer.

- El orgullo nos lleva a amarnos a nosotros mismos y a defender nuestros derechos.

- La ira nos hace rebelarnos contra las cosas que están mal y luchar por el bien.

Dice que no hay nada peor que una persona insensible, con mente de robot, sangre de aceite y corazón de piedra. No se deben reprimir las emociones, llorar si estas triste, reír si estas alegre, callar si estas nostálgico, y desahogarse si estas enfadado.

Para esto menciona que los pensamientos deben pulirse y los sentimientos sentirse. Sin estar determinado

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