VITURBIO
FannyGiTutorial15 de Agosto de 2013
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Los Diez Libros de
Arquitectura
Marco Lucio Vitruvio Polion
LIBRO PRIMERO 6
CAPITULO 1. LA ARQUITECTURA Y LOS ARQUITECTOS 6
CAPITULO 2. DE QUE ELEMENTOS CONSTA LA ARQUITECTURA 10
CAPITULO 3. PARTES DE LA ARQUITECTURA 12
CAPITULO 4. LA SALUBRIDAD DE LOS ELEMENTOS 12
CAPITULO 5. CONSTRUCCION DE MURALLAS Y TORRES 15
CAPITULO 6. DIVISIÓN DE LAS OBRAS EN EL INTERIOR DE LAS MURALLAS 16
CAPITULO 7. LUGARES PARA EDIFICIOS DE USO COMÚN 19
LIBRO SEGUNDO 21
INTRODUCCIÓN 21
CAPITULO 1. LAS COMUNIDADES PRIMITIVAS Y EL ORIGEN DE LOS EDIFICIOS 22
CAPITULO 2. DE QUE ELEMENTOS CONSTA LA ARQUITECTURA 24
CAPITULO 3. PARTES DE LA ARQUITECTURA 26
CAPITULO 4. LA ARENA 27
CAPITULO 5. LA CAL 27
CAPITULO 6. EL POLVO DE PUZOL 28
CAPITULO 7. LAS CANTERAS. 29
CAPITULO 9. LA MADERA 30
LIBRO TERCERO 34
INTRODUCCIÓN 34
CAPITULO 1. ORIGEN DE LAS MEDIDAS DEL TEMPLO 35
CAPITULO 2. ESTRUCTURA DE LOS TEMPLOS 37
CAPITULO 3. CLASES DE TEMPLOS 37
CAPITULO 4. LOS CIMIENTOS DE LOS TEMPLOS 39
CAPITULO 5. ORDEN JONICO 40
LIBRO CUARTO 44
INTRODUCCIÓN 44
CAPITULO 1. ORDEN CORINTIO 44
CAPITULO 2. ADORNOS DE LAS COLUMNAS 48
CAPITULO 3. ORDEN DÓRICO 50
CAPITULO 4. DISTRIBUCIÓN DE LAS CELLAS Y DEL PRONAOS 52
LIBRO QUINTO 53
INTRODUCCIÓN 53
CAPITULO 1. EL FORO Y LAS BASÍLICAS 54
CAPITULO 2. EL ERARIO, LA CÁRCEL Y LA CURIA 55
CAPITULO 3. LA UBICACIÓN DEL TEATRO 56
CAPITULO 4. LA ARMONÍA 57
CAPITULO 5. LOS VASOS DEL TEATRO 58
CAPITULO 6. TRAZADO DEL TEATRO 60
CAPITULO 7. LOS TEATROS GRIEGOS 61
CAPITULO 8. LA ACÚSTICA 62
CAPITULO 9. PASEOS DETRÁS DEL TEATRO 62
CAPITULO 10. LOS BAÑOS 64
CAPITULO 11. LAS PALESTRAS 65
CAPITULO 12. LOS PUERTOS Y LOS ASTILLEROS 66
LIBRO SEXTO 68
INTRODUCCIÓN
CAPITULO 1. LAS CONDICIONES CLIMÁTICAS Y LA DISPOSICIÓN DE LOS 68
EDIFICIOS 69
CAPITULO 2. LAS PROPORCIONES EN LOS EDIFICIOS 72
CAPITULO 3. LOS ATRIOS 73
CAPITULO 4. ASPECTOS PERTINENTES DE LAS DISTINTAS SALAS
CAPITULO 5. LA DISPOSICIÓN MAS CONVENIENTE DE LAS CASAS, SEGÚN LA 75
CATEGORÍA SOCIAL DE LAS PERSONAS 76
CAPITULO 6. LAS CASAS DE CAMPO 77
CAPITULO 7. LAS CASAS GRIEGAS 78
CAPITULO 8. LA SOLIDEZ DE LOS EDIFICIOS 80
LIBRO SÉPTIMO 82
INTRODUCCIÓN 82
CAPITULO 1. LOS PAVIMENTOS 85
CAPITULO 2. PREPARACIÓN DEL ENLUCIDO 86
CAPITULO 3. EL ENLUCIDO 87
CAPITULO 4. ENLUCIDO EN LUGARES HÚMEDOS 89
CAPITULO 5. LA PINTURA EN LAS PAREDES 90
CAPITULO 6. PREPARACIÓN DEL MÁRMOL 92 CAPITULO 7. LOS COLORES NATURALES 92 CAPITULO 8. EL MINIO Y EL AZOGUE 93 CAPITULO 9. PREPARACIÓN DEL MINIO 93
CAPITULO 10. EL COLOR NEGRO 94 CAPITULO 11. EL AZUL Y EL AMARILLO 95
CAPITULO 12. EL ABAYALDE, EL CARDENILLO Y LA SARANCA 95
CAPITULO 13. EL PÚRPURA 96
CAPITULO 14. LOS COLORES ARTIFICIALES 96
LIBRO OCTAVO 97
INTRODUCCIÓN 97
CAPITULO 1. MANERAS DE DESCUBRIR EL AGUA 97
CAPITULO 2. EL AGUA DE LLUVIA 99
CAPITULO 3. CUALIDADES NATURALES DE LAS DISTINTAS AGUAS 101
CAPITULO 4. PRUEBAS PARA COMPROBAR LA SALUBRIDAD DE LAS AGUAS 107
CAPITULO 5. MODO DE NIVELAR LAS AGUAS 109
CAPITULO 6. CONDUCCIÓN Y CAPACITACIÓN DE LAS AGUAS 110
LIBRO NOVENO 114
INTRODUCCIÓN 114
CAPITULO 1. EL UNIVERSO Y LOS PLANETAS 117
CAPITULO 2. FASES DE LA LUNA 120
CAPITULO 3. EL CURSO DEL SOL ENTRE LOS DOCE SIGNOS 121
CAPITULO 4. LAS CONSTELACIONES SEPTENTRIONALES 121
CAPITULO 5. LAS CONSTELACIONES MERIDIONALES 123
CAPITULO 6. LA ASTROLOGÍA 124
CAPITULO 7. DESCRIPCIÓN DE LOS ANALEMAS
CAPITULO 8. DIFERENTES MODELOS DE RELOJES Y NOMBRES DE SUS 124
INVENTORES 126
LIBRO DÉCIMO 130
INTRODUCCIÓN 130
CAPITULO 1. MAQUINAS Y ÓRGANOS 131
CAPITULO 2. MAQUINAS DE TRACCIÓN 132
CAPITULO 3. LA TRACCIÓN RECTILÍNEA Y CIRCULAR 135
CAPITULO 4. MAQUINAS PARA ELEVAR AGUA 137
CAPITULO 5. LAS NORIAS 138
CAPITULO 6. COCLEA PARA ELEVAR AGUA 139
CAPITULO 7. LA MAQUINA DE CTESIBIO PARA ELEVAR AGUA 140
CAPITULO 8. ÓRGANOS DE AGUA 140
CAPITULO 9. COMO MEDIR LAS DISTANCIAS 141
CAPITULO 10. LAS CATAPULTAS 143
CAPITULO 11. LAS BALLESTAS 144
CAPITULO 12. PREPARACIÓN DE LAS BALLESTAS Y DE LAS CATAPULTAS 146
CAPITULO 13. MAQUINAS DE ATAQUE 147
Libro Primero
Capitulo 1. La arquitectura y los arquitectos
La arquitectura es una ciencia adornada con numerosas enseñanzas teóricas y con diversas instrucciones, que sirven de dictamen para juzgar todas las obras que alcanzan su perfección mediante las demás artes. Este conocimiento surge de la practica y del razonamiento. La práctica consiste en una consideración perseverante y frecuente de la obra que se lleva a término mediante las manos, a partir de una materia, de cualquier clase, hasta el ajuste final de su diseño. El razonamiento es una actividad intelectual que permite interpretar y descubrir las obras construidas, con relación a la habilidad y a la proporción de sus medidas.
Por tanto, aquellos arquitectos que han puesto todo su esfuerzo sin poseer una suficiente cultura literaria, aunque hubieran sido muy hábiles con sus manos, no han sido capaces de lograr su objetivo ni de adquirir prestigio por sus trabajos; por el contrario, los arquitectos que confiaron exclusivamente en sus propios razonamientos y en su cultura literaria, dan la impresión que persiguen más una sombra que la realidad. Pero, los que aprendieron a fondo ambas, silo han logrado, adquiriendo enorme consideración, pues se han equipado con todas las defensas, como así fue su objetivo. Ciertamente, a todas las actividades y artes, pero especialmente a la arquitectura, pertenecen «lo significado» y lo «significante». Lo «significado» es el tema que uno se propone, del que se habla; «significante» es una demostración desarrollada con argumentos teóricos y científicos. Por tanto, quien confiese ser arquitecto debe ser perito en ambas cuestiones. Así pues, es conveniente que sea ingenioso e inclinado al trabajo, pues no es posible llegar a ser un diestro arquitecto si posee talento pero carece de conocimientos teóricos, o viceversa. Conviene que sea instruido, hábil en el dibujo, competente en geometría, lector atento de los filósofos, entendido en el arte de la música, documentado en medicina, ilustrado en jurisprudencia y perito en astrología y en los movimientos del cosmos.
He aquí las causas de estas exigencias: es conveniente que el arquitecto sea una persona culta y conozca la literatura para fortalecer su memoria con sus explicaciones; conviene que domine el arte del dibujo, con el fin de que, por medio de reproducciones gráficas, le sea posible formarse una imagen de la obra que quiere realizar; también la geometría ofrece múltiples ayudas a la arquitectura, pues facilita la práctica mediante el uso de la regla y del compás, con los que fácilmente se plasman los diseños de los edificios en los solares, mediante los trazados de sus líneas, sus niveles, sus escuadras; gracias a la óptica se sitúan correctamente los puntos de iluminación, según la disposición concreta del cielo; por medio de la aritmética se calculan los costes de los edificios, se hace ver el porqué de sus medidas y mediante el apoyo y el método de la geometría se descifran los dificiles problemas de la simetría; conviene que conozca a fondo la historia ya que, con frecuencia, se emplean abundantes adornos y debe contestar a quien pregunte las razones de sus obras, apoyándose en argumentos históricos. Si, por ejemplo, en vez de columnas se colocan estatuas de mármol de mujeres vestidas con estola —que se llaman cariátides— y si superpone modillones y cornisas, deberá saber dar explicaciones a quienes pregunten; veamos: Caria, ciudad del Peloponeso, conspiró contra los griegos con ayuda de los persas, enemigos de los griegos. Posteriormente, al verse libres tras una gloriosa victoria, los griegos, de común acuerdo, declararon la guerra a los habitantes de Caria. Una vez conquistada la ciudad y pasados a cuchillo sus habitantes, se llevaron como esclavas a sus matronas sin emitir que se desprendieran de sus estolas, ni de sus distintivos como arquitectos, diseñaron en los edificios públicos unas estatuas de matronas que soportaran todo el peso, con el fin de transmitir a la posteridad el castigo impuesto por las ofensas de las cariátides. Igualmente los espartanos, bajo el mando de Pausanias, hijo de Argesilao, en la batalla de Platea superaron con un reducido número de soldados al muy numeroso ejército de los persas y, concluida la ceremonia triunfal, levantaron un pórtico Pérsico con los despojos y botines, como exponente de la gloria y valor de los ciudadanos y como trofeo de su victoria para sus descendientes. Allí mismo colocaron unas estatuas de los prisioneros sosteniendo el techo, vestidos con adornos de diversos colores, como castigo de su arrogancia, con el fin de que los enemigos se estremezcan ante el temor de la eficacia de su fortaleza; y así también, al contemplar los ciudadanos este
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