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AUTOLIDERAZGO


Enviado por   •  2 de Septiembre de 2012  •  1.370 Palabras (6 Páginas)  •  752 Visitas

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LIDERAZGO PERSONAL SOCIAL Y EMPRESARIAL

TALLER 1

AUTOLIDERAZGO

Para el líder, el disponer de una visión vital equivale a la brújula del navegante. Lo fundamental en la visión vital del líder es observar su inclinación, su énfasis entre el tener y el ser.

Cualquier visión puede ser válida si puede ser transformada en beneficios para la existencia, para la vida misma. Esta visión vital está basada en los principios y valores personales profundos y a veces inconscientes.

Para vivir una vida plena a nivel personal y satisfacer la visión vital, es necesaria la transformación permanente de uno mismo y, paradójicamente al mismo tiempo, poseer una alta internacionalización de principios y valores trascendentales que son permanentes.

El líder excelente se hace, se construye a sí mismo, es como una obra artística. Cuando la esencia del líder se fundamenta en un sustrato de valores y principios simplemente humanos, se desarrolla una proyección con sentido de la vida y profundas satisfacciones.

El liderazgo es como la belleza: difícil de definir pero fácil de reconocer si uno lo ve. ¿Cómo llegar a ser líder? ¿Cómo una persona se convierte en dirigente de otros? Casi todos tenemos la capacidad de liderazgo. En efecto, casi todos podemos señalar alguna experiencia de liderazgo en la vida.

En realidad, el proceso de convertirse en líder es más parecido a la realización de una obra artística que al cumplimiento sistemático de un método con una docena de pasos a seguir, o el practicar teorías.

La realidad de convertirse en un líder es más bien similar a la realidad de convertirse en persona. El proceso de convertirse en persona y el proceso de convertirse en líder van de la mano. La esencia del liderazgo es la autoexpresión libre y total de mi yo integral. La esencia de convertirse en persona es ser la persona que realmente quiero ser.

Un líder integral simboliza en forma completa a quien se ha autoexplorado y lo sigue haciendo, conoce sus fortalezas y puntos a mejorar, sabe lo que quiere y lo comunica entusiasmado a otros para que lo apoyen y finalmente sabe como alcanzar sus metas.

En el fondo, el arte de llegar a ser líder es el arte de ser uno mismo. Así de simple y así de complejo, paradójicamente. Al líder le compete un papel predominante en crear un ambiente que exprese los valores y principios, que a su vez facilite en las personas la búsqueda de objetivos dignos de sus mejores esfuerzos.

Definitivamente el líder se inventa a sí mismo, porque cada persona es única, y su proceso personal evolutivo es único y autodirigido. El arte de convertirse en uno mismo, en persona, es el arte de convertirse en líder. Visualiza un bloque de mármol amorfo e imagina cómo cada quien, con cincel y martillo, a cada golpe esculpe su obra de transformarse en persona y en líder.

Convertirse en líder es escribir su propia vida, es convertirse en uno mismo, auténtico, espontáneo, natural, sin máscaras, es vivir con el flujo natural de la energía propia, la que nace muy internamente y nos acompaña donde se desee andar sin parar, itinerando por los escenarios donde pueda ser útil al hombre humano.

Un ilustrativo cuento de A. Melo, nos induce a reflexionar muy profundamente sobre el autoliderazgo.

“Un hombre encontró un huevo de águila y lo puso en el nido de una gallina, en un corral. El aguilucho fue incubado junto con la nidada de polluelos, y creció con ellos.

Toda su vida el águila hizo lo que hacían los pollos del corral, creyendo que era uno de ellos. Escarbaba la tierra en busca de gusanos e insectos. Piaba y cacareaba. Y movía las alas y volaba unos pocos metros.

Pasaron los años y el águila envejeció. Un día vio un ave magnífica volando por encima de ella, en el cielo sin nubes. Se deslizaba con graciosa majestad entre las poderosas corrientes de aire, moviendo sus fuertes alas doradas.

La vieja águila miraba hacia arriba con asombro.

– ¿Quién es ése? –peguntó.

– Es el águila, el rey de las aves –le dijo su vecino–. El pertenece al cielo. Nosotros pertenecemos a la tierra; somos pollos.

Así, el águila vivió y murió como un pollo, porque creía que era un pollo”.

Cuántos gerentes, supervisores u otras personas son colocadas (le dicen ascensos) en puestos de mando y no se dan cuenta del rol fundamental de liderazgo en esas posiciones. Los incuba una empresa-gallina que los cría, desarrolla y jubila como jefes-pollo, sin entender que son lideres-águilas. No descubren que el

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