Adultocentrismo

Adultocentrismo.

Las representaciónes sociales sobre la infancia en RT se hace desde una posición adultocéntrica. Niños y niñas, son periféricos a un sistema adultocéntrico; ocupan el espacio de la ajenidad, de la otredad, de la exclusión en distintas esferas de la vida social.Ppor ejemplo, los proyectos que la Secretaria de Cultura de Tepito aprueba, como la RT, no requieren de la participación de “el pollo”, Jatciri, Dana, Daniel, y los demás niños y niñas que asisten a la RT, solo de saber a cuántos va dirigido; en la medida en que los razonamientos, demandas y actitudes no coincidan con lo que está considerado como valido dentro de la subjetividad de los adultos que participan en la radio Tepitondas, de manera directa como como cuando Luis Arevalo respondia a las demandas y necesidades de Jared, , Kevin… de mejorar las condiciones del espacio de la Radio tepitoondas, en particular de la zona de dibujo (((((añadir cita))))), o bien, de brindarle mas tiempo al juego con “el carrito” de supermercado, con fracces como “son flojos” “ponen pretextos para trabaja” “son tonterías, como vamos a hacer eso”.

Es tanta la distancia y diferenciación que existe entre el adulto y el niño, que la infancia está representada como en estado de naturaleza, lo que los hunde en el “desconocimiento” a pesar de causado por la aparente obviedad de la realidad que determinar, establecer, encasillar, limitar y delimitar (funciones que se relacionan directamente con la “comprensión” y la solidez de las representaciones sociales) su existencia, posibilidades e imposibilidades con los designios del adulto y lo que este quiere, en primer instancia, para un presente que apunta hacia el futuro, que no es otra cosa que la materialización de la utopía propia del adulto, en este caso, “la transformación de la dinámica social del barrio” “el nuevo tepiteño” ya que su condición presente son solo “niños que requieren de educación, capacitación, cultura, atención, amor, atención, ser jalados, espacios de reflexión”; que aun no alcanzan la calidad privilegiada de personas que los adultos sí; que “dicen tonterías, juegan e imitan”; y por supuesto son un peligro latente que amenaza con la reproducción de “los patrones de conducta imperantes en el barrio” y el triunfo real y simbólico de “El sistema” sobre “El barrio” en una simbólica guerra de baja intensidad que tiene por trincheras oficinas de gobierno y espacios culturales . En este sentido la posibilidad es lo que viene a configurar el nucleo figurativo de la representación social que se construye sobre la infancia.

Cuando Jared, un niño de ****nueve años?****, por ejemplo, se muestra inconforme con las condiciones del espacio, sus demandas son consideradas “tonterías” y “pretextos” que impiden la transforamcion social, la tranquilidad y satisfacción que proporciona

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