ClaroOscuro

Claro/oscuro

La película nos muestra a David, un talentoso pianista que deambula por las calles desorientado y con un discurso desorganizado y delirante que no son más que el eco de fragmentos de palabras que su padre acostumbraba decirle cuando era niño, como si estas fueran un punto de anclaje, aún le permite permanecer en su realidad, una especie de verborrea sin precedentes que desde un inicio deja muchas preguntas sobre la mesa y además un curioso detalle que ocurre en las primeras escenas del film es que el menciona que ama a los gatos y que incluso él se identifica con uno, lo que quiere decir esto es que es una muletilla psíquica para forcluir el nombre del padre ya que en general no se encuentran más referencias en la historia en relación con su gusto por los gatos.

Tenemos en la historia de David, un punto de quiebre y es el padre, pues desde su infancia este le trato de una manera estricta, depositando su propios deseos y frustraciones en él, pues los padres confieren características incluso antes del alumbramiento que, en teoría, actúan como un posesión hijo/objeto, donde no dejan lugar a los deseos y aspiraciones propias del sujeto en cuestión y el Sr. Peter atiende a esta necesidad, puesto que  ¨nuestro inconsciente se proyecta en otros, criticando a los demás para no ver nuestras propias carencias¨ (JC, 2004)^[1], y es que su padre actuaba como si el éxito de David fuera algo que dependía totalmente de él, donde podemos entrever como los padres siempre generan expectativas suyas sobre los hijos quien más tarde al no cumplirlas terminan con frustración y consecuencias más graves como un trastorno mental en el caso de David, pues a muy temprana edad su padre le enseña a tocar el piano , instrumento que el aprendió a tocar por su cuenta y razón por la que todos en su hogar, incluidas las hermanas de David también tocan el instrumento. El padre venia de una familia que sufrió el holocausto y con un padre severo, pues no dejo que tuviera un acercamiento a la música cosa que siempre cuenta o de alguna manera echa en cara a su hijo, pues siempre le cuenta la historia de como su padre le rompió un violín que el con mucho sacrifico compro cuando era niño, haciendo hincapié en que él tiene que sentirse afortunado por dejarle acercarse a la música y brindarle el conocimiento necesario para tocar el piano, sin embargo en su afán por trasmitirle su pasión por la música, termina apareciendo más una competencia con su hijo por que se nota un tanto resentido por sus logros y por qué el no pudo lograr las cosas que David poco a poco va conquistando, incluso en el momento en que el juez del concurso que no pudo ganar, cuando lo va  a buscar para enseñarle él se niega, aunque más tarde lo lleva el mismo al darse cuenta que tal vez no es el mejor para enseñarle pero a final de cuentas, solo accede a llevarlo si es que el maestro le enseña lo que él quiere, una vez más depositando sus deseos y dejando de lado lo que podría ser mejor para David, ya que el  no puedo interpretar el Rachmaninoff, pieza altamente difícil y ahora quiere que su hijo lo interprete, mencionando que cuando lo logre el estará muy orgulloso, esta situación nos pone en la situación de analizar que si bien sus hijas también tocan el piano, de cierta manera no las pone en lugar de poder dentro e la jerarquía familiar por ser mujeres y al igual que la madre se comportan sumisas, dado que una de las hermanas menciona que ella pudo hacer mejor la interpretación en el concurso donde el pequeño David perdió, ciertamente el padre quería que fuese el y no una de sus hijas quien ganase, pues el deseo estaba puesto en el pues “el hijo no nacido aún soporta ya el ideal de los padres, inventando-creando un hijo de acuerdo con ese ideal, anudándolo al deseo. Posibilitando también una filiación y un destino, un porvenir”^[2]

Y aunque en ocasiones trata de demostrar un cierto cariño hacia su hijo, siempre termina viendo el reflejo de alguien quien no pudo llegar a ser, lo que convierte su afecto en una especie de amor “narcisista”, necesitaba que su hijo le proporcionara el reconocimiento que el no había podido obtener, porque el deseo se constituye a través del deseo del otro y de las fantasías que cubrieron este hecho, es así como David termina desarrollando un comportamiento psicótico, producto de dichas relaciones doble vinculares con su padre y una serie de suceso que van determinando un decaimiento emocional y psíquico.

Mas tarde cuando David es adolescente, su talento para el piano sigue siendo indudable pero  creció como un joven inseguro, ansioso y temeroso pero con una sensibilidad prodigiosa para la música lo que le permitió perseguir sus sueños aun en contra de las negativas de su padre; y aunque esto le significara la perdida de la familia es también lo que lo aleja de la realidad y comienza a cocinar sus síntomas, ya que a lo largo de la historia se muestra como en varias ocasiones tiene la oportunidad de triunfar viajando a otras partes del mundo para dará conocer su talento y todas son frustradas por el padre, que se cree conocedor de la verdad absoluta en cuanto a lo que a David le conviene..

Hay una escena en particular donde el padre no le permite ir a América y David tiene un colapso, el primero donde aparece en la bañera y este defeca ahí, esta respuesta es lo que se llama un pasaje al acto “El pasaje al acto es algo súbito, dado en un momento de máxima angustia” (Najera, 2022)^[3]. Las heces representan una parte de David que pierde el control que su padre ejercía sobre su cuerpo, David que nunca había imaginado un enfrentamiento con su padre, lo tuvo esa primera vez, aunque de manera compulsiva y sin saber lo que hacía. El frágil equilibrio anterior se recompuso en breve tiempo y David siguió sujetado a la creencia de lo que el padre le reiteraba:” nadie te va a querer como yo” y que nadie sabía cómo él, lo que era bueno para su hijo.

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