En el mismo chiquero

En el mismo chiquero

¿Qué es lo primero que se te viene a la mente al oír la palabra psicópata? Un asesino, un loco que es peligroso para ti y tu familia, qué no tiene moral alguna, qué padece demencia, emocionalmente inestable, una persona enferma que necesita un tratamiento clínico. Para leer y comprender este ensayo debes empezar a creer que no todos los psicópatas lo son. La psicóloga Velázquez (2019) define a un psicópata como una persona que padece de psicopatía, son los sujetos que presentan una anomalía neuronal, la gran mayoría del tiempo este se presenta en el lóbulo frontal del cerebro, y llega haber niveles de psicopatía por lo que inclusive usted podría ser un psicópata y no saberlo. Algunas de las características de este tipo de individuo con este padecimiento son sus actos impulsivos, su egocentrismo y narcisismo, no son sociables aunque este depende de su entorno e infancia del sujeto, puede o no tener la capacidad de sentir emociones y no siente remordimiento por sus acto (Educatina, 2013). Es un rasgo el cual puede ser desarrollado de distintos modos. Al ser un gen que no es curable y no existe un tratamiento exitoso que remueva esta anomalía, Los psicópatas que han cometido el acto de homicidio deben de ser tratados del mismo modo que los que no padecen este gen y también han cometido este acto.

Para inicializar este texto hay que ser claros, los psicópatas no tienen cura. Por lo que mandar a una persona que padece de altos niveles de psicopatía a un manicomio o a un centro de psiquiatría son totalmente inútiles. “La psicopatía es un trastorno de la personalidad, de base, por lo cual es crónico (incurable). Para tratarlo, se requiere un enfoque interdisciplinario: un psiquiatra, un neurólogo, un psicólogo(Millon, 1998).” leyendo esta pequeña cita podemos entender a simple vista que se requiere de mucho trabajo que al final de cuentas será lo mismo que al inicio, inclusive el Dr. Robert Hertz recomienda que los psicólogos que traten con psicópatas traten de no aplicar métodos convencionales ya que en lugar de ser de alguna manera curarlos ellos terminaran encontrando la manera de aprender más (Piñuel, 2014), posteriormente terminará siendo contraproducente al objetivo que se está buscando.

Tenemos un problema esta personas van al manicomio en lugar de la prisión por el hecho que padecen de un mal y son llevados aquí para ser tratados e intentar de cierta forma ser curados. Pero, no solo es incurable esta situación si no que el gobierno gasta más dinero que mantener a un reo en una prisión federal.

Al hacer un comparativo, el gasto por reo es mayor al que invierte la UNAM por cada alumno de bachillerato, pues la máxima casa de estudios gastó 115 pesos por día, es decir, 42 mil 249 pesos anuales por cada estudiante, según su presupuesto de 2014 (Roldán, 2015).

Gastamos mucho y más en uno donde tiene su cuarto para él solo, una comida mejor, baño privado… un hotel de lujo como diría Marilyn Manson.

En el primer artículo de los derechos humanos es “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros (Naciones Unidas, 2019).” ¿Qué nos dice esto? Bueno principalmente nos interesa que nacemos iguales en cuanto dignidad y tenemos los mismos derechos por el simple hecho de ser humanos. Al mandar a alguien enfermo a un lugar que por decir de un modo es mucho mejor que el otro, es estarle dando privilegios a otros. Hay un libro que habla de un prisionero y sus años de cárcel

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