HAZ LO QUE QUIERAS

En este capítulo nos sigue hablando acerca de la libertad, de nuestros impulsos, y quienes toma las decisiones. Debemos ser nosotros mismos quien decida nuestro futuro y lo que deseamos para nosotros.

Cuando somos pequeños, nuestros padres nos guían; a veces que nos guían puede ser bueno, pero no siempre puede llegar hacer así a medida que vamos creciendo vamos aprendiendo a defendernos solo y hacer las cosas nosotros mismo; pero somos capaces de hacer algo muy impredecibles sobre nuestras motivaciones y saber la capacidad para inventar nuevas posibilidades y la responsabilidades; siempre con el punto de vista de crear un mejor ser humano.

Hay que ser consecuente con el uso de la libertad, hay que pensar dos veces antes de actuar, haciendo uso de la reflexión, si las decisiones que voy a tomar (sean ordenes, costumbres o caprichos) son realmente buenas para mí o debo plantearme cambiar de costumbre, desobedecer una orden o rechazar un capricho porque en realidad no son buenos, pues no todas las ordenes, costumbres y caprichos son buenos por serlo.

Pero a su vez, no para todos son buenas las mismas cosas, todo depende de lo que uno prefiera y escoger libremente ser, o hacer o no hacer.

La mayoría de las cosas se hacen cuando alguien te las ordena o por solo capricho pero muchas veces no tomamos en serio lo que hacemos y nuestras acciones se vuelven poco satisfechas ahí es cuando tienes libertad de decisión y dices ¿Por qué lo hago? Lo mismo pasa con las costumbres y los caprichos puede que tú hagas algo que a ti no te parezca conveniente, es decir no a ti pero a los demás sí.

Para saber si algo me resulta conveniente tengo que analizarlo y razonarlo porque nadie puede elegir por mí, tenemos que aprender a decidir por nosotros mismos.

Definir cuando un hombre es bueno, es sumamente complicado además de que la palabra bueno´ varia de una persona a otra, no se puede decir que un hombre es bueno porque no se sabe para que servimos, a veces se nos pide resignación otras veces rebeldía, otras iniciativa, otras obediencias, etc. Esto es debido a que no hay un único reglamento para ser un buen humano. Y no hay un reglamento en el cual se enseñe a los humanos a ser bueno y mantenerse como tal.

En conclusión: Haz lo que quieras´ no significa actuar impulsivamente, ni dejarte conducir por un pastor como si fueras un borrego, y si aprender a elegir por ti mismo.

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