La mísicoterapía

La música tiene la capacidad de mover al ser humano tanto en el ámbito físico como en psíquico ya que de una u otra forma viene siendo un lenguaje, del cual se puede conocer, aprender, interpretar y actuar.Todas las personas vivimos inmersas en un mundo sonoro (incluso antes de nacer, en el vientre materno); un mundo sonoro que no solo nos atraviesa sino que va construyendo como parte de nuestra personalidad, una identidad armoniosa única y original emergente de las experiencias musicales que heredamos y vivenciamos a lo largo de toda nuestra vida.Una de las formas en que es usada para un fin poderoso es en la terapia, la combinación con esta es llamada musicoterapia, el cual permite la integración de los niveles fisiológicos, anatómicos, bioquímicos, morfológicos... En fin, biológicos, además de sociales-culturales y psicológicos; en musicoterapia este poder de la música se utiliza en la consecución de objetivos terapéuticos, manteniendo, mejorando y restaurando el funcionamiento físico, cognitivo, emocional y social de las personas.

Igualmente, es importante reconocer las reacciones que nos provoca en el cuerpo cada una de las emociones, y también establecer su origen. Ellas incumbirán en la forma de relacionarnos con nosotros mismos y con el entorno o sociedad. A esta propiedad de control se le llama inteligencia emocional.

La inteligencia emocional se define como la capacidad de reconocer y ser consciente de los propios sentimientos y emociones teniendo la habilidad para manejar de forma constructiva las emociones propias tanto como las surgidas en las relaciones. Es importante señalar que la misma se encuentra relacionada con la cultura ya que influye en el ajuste emocional de los individuos y en su percepción de bienestar de diferentes maneras.

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